La lotería deportiva volverá a tomar vigencia y será una de las formas de generar más ingresos para el deporte nacional. El presidente de la República, Lenín Moreno, firmó el pasado 27 de diciembre el decreto ejecutivo con el cual da paso a su reactivación.

Según el documento se reforma el Decreto Ejecutivo 439 suscrito el 27 de agosto de 2014 con el cual se creó la empresa pública Centros de Entrenamiento para el Alto Rendimiento (CEAR EP).

Lo más sustancial de este cambio es la inserción de un inciso en el artículo 4 del decreto 439, a través del cual se le brinda la atribución a la CEAR de realizar las acciones administrativas necesarias para el establecimiento y explotación de la lotería y otros juegos similares en beneficio del deporte nacional, para lo cual deberá priorizar el uso de canales electrónicos, aclarando que no podrán tener fines de lucro.

Esta era una de las posibilidades que la ministra del Deporte, Andrea Sotomayor y el Primer Mandatario evaluaron para abrir nuevas fuentes de financiamiento y solventar las necesidades del sistema deportivo ecuatoriano.

Para cristalizar este proyecto, CEAR EP deberá armar un modelo de negocio, un esquema efectivo que produzca el impacto económico que esperan sus promotores.

La lotería deportiva ya contó con dos experiencias: funcionó entre 1978 y 1997, y en 2004, cuando únicamente se jugó por nueve ocasiones.

La primera vez fue manejada por la Empresa Nacional de Pronósticos Deportivos del Ecuador (Enprode) y contó con la aceptación de los aficionados al fútbol, pues se trató de un pronóstico deportivo que incluyó cotejos del balompié local y otros de ligas foráneas.

José Navarro, periodista deportivo y exasesor del Ministerio del Deporte, menciona que el éxito del ‘Golazo’, como se llamaba dicho juego de azar, tuvo credibilidad porque se manejó con transparencia. Sus dos décadas de existencia así lo demuestran.

“Enprode fue una empresa mixta que era conformada y dirigida por la Dirección de Deportes (Dinader), más el presidente del Comité Olímpico Ecuatoriano (COE) y el presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF)”, recuerda.

La segunda lotería se denominó ‘Supergolazo’ fue impulsada por el Congreso Nacional y tuvo como propósito  generar ingresos para el balompié doméstico y la actividad física amateur, dirigida por la Secretaría Nacional del Deporte (Senader).

En esta oportunidad su manejo estuvo a cargo del Consorcio Compañía Rapa y Otros (CCRO), de origen colombiano, pero no consiguió el éxito deseado, entregando apenas $ 29.716 al fútbol ecuatoriano en las nueve fechas que se selló.

“La fidelidad que alcanzó el Golazo se había perdido. Si es que no hay una compra masiva de cualquier lotería y se tiene que entregar premios semanales siempre será difícil salir adelante”, reflexiona el comunicador.

Añade que durante la administración de José Francisco Cevallos al frente del Ministerio del Deporte (mayo 2011-febrero 2015) ya hubo un intento de revivir el pronóstico bajo propuesta de una firma de capital español, pero no se llegó a un acuerdo porque esta pidió que, para arrancar, sea el Gobierno Nacional el que invierta cerca de un millón de dólares para otorgar los primeros premios.

En opinión de Navarro, el resurgimiento de la lotería deportiva es positivo para el país, sobre todo si la ganancia eleva los rubros para las entidades deportivas de índole amateur, como el mismo fútbol femenino.

Lo que no se tiene claro es si, como sus predecesoras, se basará en un vaticinio de resultados de balompié o si adoptará otra forma.

En referencia a esto, el decreto de Moreno ordena también establecer convenios con universidades, colegios, institutos y cualquier otra institución de educación y formación, para el aprovechamiento de los centros de entrenamiento y deportivos a cargo del CEAR EP. (I)

Proyecto debe aportar a los ámbitos más necesitados 
Muchos directivos a nivel nacional esperarán un tiempo prudencial para ver la proyección que toma la iniciativa de la lotería deportiva. Hugo León, presidente de la Federación Nacional de Ligas Barriales y Parroquiales del Ecuador (Fedenaligas), califica de positiva la iniciativa de la lotería deportiva, pero cree que sería importante consultar a los entes que conforman el sistema deportivo ecuatoriano hacia dónde deben ir los fondos que genere este proyecto, “en el caso del deporte barrial, es la actividad de las masas, el pueblo la apoyaría si va de nuevo al pueblo. Es dinero de todos; debe hacerse un reglamento”, dice.

Aníbal Fuentes, presidente de la Concentración Deportiva de Pichincha (CDP), considera que el primer cambio sería ver al deporte como una inversión, mas no como un gasto.

Estima fundamental que los rubros de la lotería deportiva o buena parte de ellos se destinen a las categorías formativas, que es desde donde despegan los exponentes de élite.

“Ya existe un Plan de Alto Rendimiento para los deportistas de mejor producción, pero falta incentivar a las bases, que es por donde pasan los cultores antes de ir a la división absoluta.

No debemos enfocarnos solo hacia arriba”, expresa. (I)