Cuando lo pronuncia, Damián Carcelén Delgado suena convencido: “Para mí, todos somos iguales, nadie es más, nadie es menos; todos podemos ser campeones”, razona al son del ligero resoplido que le provoca el trote que acaba de interrumpir.

Recuerda el momento en el que el presentador Darlington Bravo lo llamó al escenario, el pasado 8 de este mes, en el Círculo Militar de Quito durante la gala de premiación 2017 del deporte paralímpico. Damián sintió un hormigueo en la panza, lo nombraban el mejor exponente del año.

Ese galardón cerró el mejor calendario de sus 19 años de vida. En esta temporada, Damián obtuvo la presea de plata en los 400 metros planos del Mundial Absoluto de Paratletismo que se efectuó en Londres (Inglaterra), del 14 al 23 de julio, y las medallas de oro en los 400 metros y el salto largo del Mundial Juvenil que se realizó en Nottwil (Suiza), en agosto.

Enamorado
La mayor motivación de Damián es su novia Anaís Lara, quien se adjudicó la medalla de bronce en los 400 metros femeninos del Mundial de Londres. El entrenador de ambos, Germán Chalá, hizo de cupido e instó a que Anaís aceptara como enamorado a Damián. La joven cedió en julio de este año, mientras estaban en Inglaterra.

“Estuve varios meses ‘metiendo carpeta’ para que Anaís le diera una oportunidad; Damián estaba loco por ella. Anaís tenía un enamorado, un chico mujeriego. Le insistía que Carcelén era un hombre serio, que sí la iba a valorar como se merecía”.

Pero el flechazo de Chalá estuvo a punto de romperse, a los pocos días Anaís quería dejar a Damián; alegaba que era muy tímido, que iba muy lento. Chalá sabía que si Anaís terminaba con Damián, este no respondería en la pista. “Le rogué que lo desaire luego del torneo de los 400 metros, donde el chico tenía chance de podio”.

En la lid, inspirado por Anaís, Carcelén, mejoró su tiempo personal, hizo 49 segundos con 20 centésimas (49s20c) y cosechó la plata. Anaís no cortó con él y actualmente corresponde su amor a plenitud.

La transformación de Damián es notable, tanto, que a los habitantes de su natal Tumbatú, comunidad del cantón Bolívar (Carchi), les cuesta creer que se trate de la misma persona.

Cuando Germán Chalá lo conoció en 2010, Damián andaba sucio, descalzo y era objeto de marginación social. Los adolescentes de su gallada se burlaban de él y debido a su aspecto le apodaron el ‘Sopa’. Su madre, Rosa del Pilar Delgado, labora como empleada doméstica. Con su esfuerzo ha dado lo necesario a Damián y Brítany, su hija menor (10 años), quien también es atleta.

“Mi papá (Hernán) se fue con otra mujer. Yo le ayudo a mi mami a sostener el hogar”, relata el corredor. Gracias a estar en el Plan de Alto Rendimiento del Ministerio del Deporte, Damián pagó la construcción de una casa, donde vive su familia.

Otro de sus entrenadores, David Bernardo, relata que la discapacidad intelectual se la descubrieron a Damián en 2012, mientras representaba a Carchi en Cuenca, en un evento para deportistas convencionales.

Al ver que el joven no captaba ciertas indicaciones para el salto triple, Yolima Páiz, entrenadora vinculada al paralimpismo, recomendó que se le hicieran algunas pruebas; estas determinaron que Carcelén tenía discapacidad intelectual leve.

Damián pertenece a la categoría T-20, en la que intervienen ciudadanos con un coeficiente intelectual por debajo del 70%, eso no le impide participar en lides para deportistas regulares. Es el cuarto mejor exponente sub-23 del país a nivel general en los 400 metros.

Con seguridad, el atleta afirma: “Ahora voy por más, quiero una presea paralímpica en Tokio 2020”. (I)    

Germán Chalá es el mejor entrenador de la temporada
Aunque ningún organismo deportivo le ha brindado un galardón, Germán Chalá es el mejor o, cuando menos, uno de los mejores entrenadores de 2017 en Ecuador, a nivel general. Sin duda, el más exitoso del alto rendimiento paralímpico.

Procedente del Valle del Chota, el timonel de 35 años guió a sus deportistas a conseguir 28 medallas en eventos internacionales, entre ellas la presea de plata de Damián Carcelén y la de bronce de Anaís Lara en los 400 metros del Mundial Absoluto de Paratletismo Londres 2017, así como las cosechadas en el Mundial Juvenil Nottwil: las de oro de Carcelén en salto de longitud y 400 metros; las de plata y bronce de Ánderson Colorado en los 400 metros y salto largo, y las de plata y bronce de Marlixa Padilla en salto largo y 400 metros.

Su quinto pupilo, Ronny Santos, también se proyecta como potencial medallista de salto de longitud en citas de ciclo paralímpico. Chalá, quien trabaja para el Comité Paralímpico Ecuatoriano (CPE), lamenta la falta de reconocimientospara los técnicos de la actividad física adaptada local. Y reflexiona: “Los exponentes no se hacen solos”. Todos estos logros han sido posibles con el apoyo del Plan de Alto Rendimiento, que ayuda a los deportistas paralímpicos desde 2013. (I)