El esfuerzo de Alberto Miño lo condujo a la presea dorada
A Alberto Miño le temblaban las piernas del cansancio. Estaba extenuado y se le notaba. Sudaba mucho y apenas podía hablar de lo agitado que estaba. Pero el microtenista guayaquileño sacó todas sus fuerzas para consagrarse campeón de los Juegos Bolivarianos Santa Marta 2017 y entregarle a Ecuador una medalla de oro más en esta disciplina.
En lo individual, Miño se despide de Santa Marta con tres medallas de oro y una de bronce. Además de la dorada que obtuvo, se coronó campeón en dobles mixtos, dobles masculino y fue bronce en la modalidad por equipos.
Miño tuvo cinco días de dura competencia en suelo samario. En ese lapso jugó 30 partidos aproximadamente. Solo el viernes, en el cierre de esta disciplina en el Centro Deportivo La Caja y con temperaturas muy altas, disputó cuatro encuentros hasta llegar a la final ante el peruano Diego Rodríguez, a quien venció por 4-1.
“Esta es una espina que tenía que sacarme y lo logré. En los Juegos Bolivarianos de Trujillo, en 2013, se me escapó el oro, así que ahora estoy más tranquilo”, dijo después de la premiación.
Jugar tantos partidos como lo hizo esta semana no es habitual para Miño. Él milita en el club TTC Zugbrücke Grenzau de la liga alemana de tenis de mesa y, para él, es normal disputar no más de dos cotejos por semana. Este es un club de fútbol que tiene también un equipo de tenis de mesa.
Con ese equipo Miño tiene contrato hasta finales de 2018. Y después de los Bolivarianos no tendrá descanso. Ayer tenía previsto viajar desde Colombia hasta Alemania para continuar disputando la Bundesliga de Tenis de Mesa. El fin de semana que viene tendrá partidos.
Miño es el mejor jugador ecuatoriano de esta disciplina. El año pasado ocupó el puesto 193 del ranking mundial de la ITTF (Federación Internacional de Tenis de Mesa), organismo regulador del deporte a escala mundial. Esa fue la primera vez, en la historia del deporte nacional, que un microtenista se ubica entre los 200 mejores.
La primera raqueta del Ecuador logró este ascenso tras una notable participación en el Campeonato Latinoamericano de Mayores disputado en Puerto Rico. Miño consiguió el vicecampeonato en la categoría individual absoluta en el mencionado torneo. Actualmente se ubica en la casilla 212 del escalafón.
Miño es el tercero de cuatro hermanos y desde su infancia se ha sentido atraído por los deportes. Pero fue a los 8 años cuando el visionario director de la academia de Salesianos Club, Ángel Robusti Basso, lo orientó para que empiece a entrenar tenis de mesa en los cursos que organizaba el colegio Cristóbal Colón. Un año después, Alberto comenzó su innumerable cosecha de triunfos en todo nivel.
Durante los siguientes años, Miño recibió el apoyo de la Federación Ecuatoriana de Tenis de Mesa que, junto al apoyo incondicional de su padre, le permiten alcanzar campeonatos Sudamericanos, Latinoamericanos y de Circuitos Mundiales.
Este palmarés que logró a lo largo de los años le sirvió como carta de presentación para que el club francés Bayard Argentan le abra sus puertas en la liga de este país. Esa fue su primera experiencia en un equipo internacional, que le permitió mantenerse vigente en Europa. (I)