Hugo De Cesare manejó 3 días su camioneta Fiat Toro desde Entre Ríos (Argentina) para ver competir a su hijo César en los Juegos Suramericanos Cochabamba. Fue un viaje extenuante, pero valió la pena. El deportista argentino-ecuatoriano le regaló a él y al país una medalla de oro en la prueba K1 200 metros, que se realizó ayer en la represa La Angostura.

Cuando salió del agua, al primero que abrazó César fue a su padre, quien se ubicó a la orilla de la represa para alentarlo. “Vamos Pichi”, le gritaba incesantemente esperando que lo escuchara.

De Cesare se colgó el oro con un registro de 36s27c, mientras que el brasileño Edson Freitas se quedó con la plata con un tiempo de 36s72c. La de bronce fue para el venezolano Antonio Oropeza, con 37s36c.

¿Cuál fue la clave para lograr este triunfo?, le preguntó EL TELÉGRAFO a De Cesare apenas salió del agua.

“Entrenar, no hay ningún otro secreto. Perseverancia, humildad y corazón, así se logran las cosas. Esta medalla se la dedico a mi familia que está pendiente de mi carrera en Argentina y Ecuador”.

De Cesare aún no define si buscará la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio o si se retira definitivamente.

Ecuador ganó medallas en las tres pruebas con las que cerró ayer el canotaje. En la femenina K1 200, Stefanie Perdomo se colgó la plata con un registro de 44s34c. El oro fue para la argentina Martina Isequilla con 43s89c, mientras que el bronce lo ganó la brasileña Ana Paula Vergutz con un crono de 44s81c.

En C1 200, Anggie Avegno se tuvo que conformar con el bronce tras cruzar la meta en 49s64c. El oro fue para la chilena María José Rodríguez con 49s15c y la plata para la brasileña Valdenice Do Nascimento con 49s39c.

Gracias a la medalla de oro de De Cesare, Ecuador registraba hasta el mediodía de ayer 25 preseas doradas y confirmaba su segunda mejor participación en Juegos Suramericanos. (I)