Vettel y Hamilton disparan la tensión en la prueba
Daniel Ricciardo gana una carrera llena de caos en Bakú
Bakú.-
El australiano Daniel Ricciardo (del equipo Red Bull) ganó ayer el Gran Premio de Azerbaiyán, una carrera totalmente caótica, marcada por un gran aumento de la tensión entre Sebastian Vettel (Ferrari) y Lewis Hamilton (Mercedes) en su pulso por el título mundial.
Ricciardo consiguió en el circuito urbano de Bakú la quinta victoria de su carrera, superando en el podio al finlandés Valtteri Bottas (escudería Mercedes), que superó al final por poco al canadiense Lance Stroll (Williams), tercero.
Vettel quedó cuarto, justo por delante de Hamilton (5º), con lo cual el alemán, líder de la general, aumenta en dos puntos su ventaja sobre el inglés, llevando ahora su margen de 12 a 14 puntos.
Fue una carrera totalmente loca, en la que hubo tres coches de seguridad, una bandera roja, un gran incidente entre Vettel y Hamilton y un mano a mano final: un Gran Premio apasionante para el espectador por la emoción, pero totalmente desordenado para los estándares.
Vettel y Hamilton compitieron al límite de lo reglamentario, recordando a algunas de las más grandes rivalidades de la historia: Niki Lauda/James Hunt en 1970, Ayrton Senna/Alain Prost en 1990 o la más reciente, Lewis Hamilton/Nico Rosberg.
En la vuelta 22, durante una tercera neutralización de la carrera tras un coche de seguridad, Hamilton dio una fuerte frenada cuando Vettel se encontraba detrás, lo que hizo que la parte delantera de su Ferrari chocara con la trasera del Mercedes. “¿Pero esto qué es?”, reaccionó Vettel en plena carrera.
Muy enfadado, Vettel se puso a la altura de Hamilton para reprochar lo ocurrido y se acercó a él rueda con rueda. “Ha venido hacia mí”, se quejó entonces Hamilton. “Creo que está claro. No estaba contento con la manera en la que él condujo. Así que me puse a su altura y se lo hice saber”, explicó a los medios Vettel tras la carrera.
La reacción colérica de Vettel, acompañada de un gesto con la mano poco cortés contra su rival, le costó caro al alemán: una penalización de 10 segundos con la obligación de pasar por boxes.
“Diez segundos por lo que me ha hecho en la carrera es un precio muy barato”, criticó Hamilton después de la carrera. (I)