Ser uno de los mejores ciclistas del mundo, una realidad para Carapaz
Richard Carapaz ya inscribió su nombre en la historia del ciclismo nacional. Las gestas deportivas realizadas en los últimos años lo han convertido en el mejor pedalista nacido en el Ecuador, algo que quizás mantenga por un largo tiempo. Su altísimo nivel en el Tour de Francia 2020 así lo confirma.
La máxima competencia ciclística a escala mundial ha tenido en las recientes ediciones a colombianos entre sus protagonistas. Nairo Quintana, Rigoberto Urán o Egan Bernal son algunos de los sudamericanos que captaron la atención en las carreteras francesas. Sin embargo, Carapaz surge, no solo como el sudamericano del momento, si no como un candidato a tener en cuenta en los próximos años y a ser uno de los mejores ciclistas del mundo.
Hace tres años, en 2017, debutó en el ciclismo élite. La Vuelta a España fue su primera experiencia en uno de los tres certámenes más importantes del planeta. Su desempeño fue más que aceptable como gregario del Movistar Team y acabar en la posición 36° de la clasificación general.
Al año siguiente ascendió puestos en la Vuelta y terminó entre los 18 mejores. La sorpresa la dio con el cuarto lugar en el Giro de Italia. Allí ganó su primera etapa en un gran circuito ciclístico y empezó a construir su nombre propio.
En 2019 no decepcionó. Una vez más, no era el líder planificado por el Movistar Team para el Giro, función encomendada al español Mikel Landa, pero aún así Carapaz se coronó campeón. En tan solo dos temporadas levantaba su primer título mundial por su ímpetu, buenas condiciones y explosividad en recorridos desafiantes. Se convirtió también en el outsider que nadie esperaba.
Tras vestirse de rosa, el ecuatoriano obtuvo el apodo de la ‘locomotora’ y prometió volver a Italia por el bicampeonato. Al parecer eso no podrá ser.
Por cuestiones económicas y personales, Carapaz prefirió cambiar de club para la temporada 2020. El proyecto deportivo del Ineos Grenadier lo convenció y decidió mudarse de Pamplona a Londres. En Inglaterra tuvo poco tiempo para adaptarse, por la pandemia, pero desde el principio mostró sus condiciones y así fue seleccionado para acompañar a Bernal en el Tour de Francia.
El objetivo de Ineos era priorizar el segundo título consecutivo para el colombiano, aunque eso significara que Carapaz no acuda al Giro a revalidar su campeonato. Dentro del Tour, la estrategia fue clara, ‘Richie’ debía apoyar a Bernal.
Las cosas no se dieron como se esperaba y el cafetero se retiró de la competencia por problemas físicos. A falta de 5 etapas, Carapaz tuvo que asumir el rol abandonado por Bernal. Tomó la batuta del equipo y volvió a demostrar que si desde el principio le entregaban confianza, su ubicación en la tabla de posiciones habría sido estado más arriba.
Dos segundos lugares, uno de ellos incluso cediéndole el triunfo al polaco Michael Kwiatowski, ejemplifican su calidad sobre las dos ruedas. El liderato de la clasificación general de montaña, que le ha permitido vestir la camiseta de lunares rojos en dos etapas, es un premio a su sobresaliente desempeño.
Finalizar el Tour de Francia como el mejor escalador de montaña lo habría hecho el primer debutante en culminar la carrera con un maillot. Para algunos expertos esto confirma que es uno de los mejores ciclistas del planeta y que, a sus 27 años, las temporadas venideras podrían consolidarlo como uno de los mejores del momento. Lastimosamente, este sábado perdió el primer lugar.
Sin embargo, la realidad es que desde hace tres años su carrera ha ido en un rápido crecimiento y su apellido ya no es el de una sorpresa, sino el de un nuevo referente. (I)