Tras lograr retornar a Ecuador en un vuelo humanitario, el ciclista ecuatoriano Benjamín Quinteros, que pertenece al equipo español Hotel Tres Anclas- ULB- Autos Moll, tiene la firme intención de volver a España a triunfar. 

El tricolor estuvo viviendo su confinamiento en Gandia con su compañero Ricardo Zurita y tras recibir la autorización para volver al país, los directivos de la escuadra ibérica le indicaron que vuelva en agosto para seguir con su progresión.

El joven corredor nacido en Ibarra (norte) vivió momentos duros durante la cuarentena, lejos de su familia. “Mi estado de ánimo era un poco regular, tenía días malos, pero he seguido siendo positivo y he podido trabajar bien para llegar en las mejores condiciones cuando las competencias vuelvan”, aseveró el pedalista, quien a finales de mayo regresó a Ecuador.

Benjamín aterrizó en España pocos días antes de su debut, con el Hotel Tres Anclas- ULB- Autos Moll dirigido por el exciclista profesional, Pascual Orengo, en el Circuito Guadiana de Don Benito. Las sensaciones del joven corredor ecuatoriano no fueron las mejores.

Sin embargo, en la siguiente cita de la Copa de España en Alcantarilla se pudo ver a un Quinteros más acoplado y con ganas de ser protagonista de la carrera. “Llegue tres días antes de la carrera y fue casi aterrizar y correr. La verdad que no me sentí cómodo entre cambio de horario, de bici y la falta de ritmo. Pero, en la segunda carrera las cosas fueron mejor y pude estar con los mejores. La verdad que fue una inyección muy gran de moral personalmente”.

Benjamín al igual que todos los ciclistas espera ansioso la vuelta de la competición y no deja de seguir soñando por encontrar su hueco en el ciclismo profesional europeo. “Es una pena este parón, ya que las competencias de Copa de España se adaptaban mejor a mí y sabía que lo podía hacer bien para el equipo. A pesar de ello sigo motivado y ansioso de brindarles triunfos”.

Hasta que se dé su vuelta a España, Quinteros entrena en su casa y en las rutas aledañas a su natal Ibarra con la convicción de que regresará para triunfar en Europa. (I)