El silencio de la sala de ajedrez de la Concentración Deportiva de Pichincha (CDP) fue interrumpido por la llegada de la maestra internacional Anahí Ortiz, quien recibió la felicitación de su entrenador, el cubano Arnaldo Valdez, y de sus compañeros, por clasificar a la Copa Mundial Absoluta femenina Rusia 2019.

El instructor siguió con la clase, mientras la quiteña de 17 años pasó a contar a diario EL TELÉGRAFO cómo se sintió al acceder por primera vez a una cita planetaria de esta índole y sobre sus inicios en el deporte ciencia.

Además de conseguir el boleto, Anahí logró el título del Campeonato Zonal 2.4, que se desarrolló en Guayaquil a mediados de abril. La Copa Mundial se realizará en Rusia, en septiembre.

“Llegar al Mundial es un gran paso en mi carrera”, comentó la ajedrecista y añadió que fue difícil entrar en ese selecto grupo de deportistas. “Resultó muy duro porque solo había un cupo a Rusia, por eso el camino se dificultó aún más”.

El torneo guayaquileño se jugó en la modalidad individual bajo el sistema round-robin (todos contra todos), y entregó un cupo en la rama femenina y dos en la masculina para la cita mundialista.

La maestra internacional, desde 2016, fue la mejor de principio a fin, enfrentando a ajedrecistas de Perú y Ecuador; para llevarse el título superó en los juegos de desempate a su compatriota Paula Sarmiento.

Los inicios de Anahí en el deporte fueron en el baloncesto, pero Eduardo Ortiz (padre de la jugadora) decidió inscribirla a ella y su hermana (Gabriela) en ajedrez de la CDP para que jueguen con él.

Sin embargo cuando Gabriela fue a la universidad las sacaron a las dos, pero la pasión que sentía Anahí la impulsó a pedirle a su papá que la vuelva a poner en la Concentración y los logros empezaron a llegar casi de inmediato.

“Cuando estaba en la escuela era capitana del equipo de básquet, pero me atrajo que el ajedrez es como una batalla, una guerra de ideas y es muy importante el ensimismar (concentrarse) el pensamiento”, comentó Ortiz, quien ha sido campeona nacional en varias categorías.

Durante las partidas, la capitalina se plantea qué quiere hacer el rival, qué puede hacer ella para evitar que la ataquen y generar estrategias para vencer al oponente con los movimientos adecuados. “Es un juego de mucho cálculo y planes”, dijo ante la mirada de su madre, Elena Verdezoto, quien la acompaña en lo posible a los entrenamientos y torneos.   

Para preparar las competencias en las que participa, la estudiante de tercer año de bachillerato del colegio San Luis Gonzaga se aprende los nombres de los rivales y se nutre de su forma de jugar de una base de datos mundial en la que suben las partidas de la mayoría de jugadoras de esta disciplina.

“Así mismo, en esa plataforma también hay juegos de los mejores del mundo y veo qué hacen y aprendo de ellos también”, comentó Anahí, que recordó que su mejor partida fue en Perú cuando obtuvo el campeonato Panamericano júnior en 2012 al ganarle a la local Mitzi Caballero.

Y la peor fue en un Mundial infantil en Grecia en 2010, porque al iniciar el juego regaló una pieza. “Me quería morir, fue traumático”, recordó entre risas.

Valdez comentó a este diario que el progreso de Anahí ha sido acelerado y muy fructífero. “Ha ganado los campeonatos nacionales de todas las edades, es maestra internacional, fue campeona panamericana y sudamericana”, dio a conocer el estratega.

La atracción que siente por el ajedrez y el tiempo que dedica a los estudios secundarios, casi no le permiten hacer otra actividad, aunque los ratos libres -que son pocos- los dedica a leer libros de terror.

“Creo que todos los juegos que desarrollan la mente, como los rompecabezas, crucigramas, entre otros, ejercitan el pensamiento y dan destrezas para aplicar al ajedrez”, indicó la admiradora del campeón mundial actual, el noruego Magnus Carlsen, y del reconocido jugador ruso Gari Kaspárov, de quien juega algunas aperturas.

Y de Ecuador tiene como referentes a Martha Fierro y a Carlos Matamoros.

La “tricolor” pidió más respaldo de las entidades estatales y la empresa pública para su participación en el Mundial ruso. (I)