Las propiedades exfoliantes de la papaya ayudan a limpiar los poros cerrados que se convierten en granos y espinillas. La papaya también es buena para sanar infecciones de la piel por lo que previene que se infecten las espinillas.

Para usarla se puede triturar un pedazo de su pulpa y aplicarla como mascarilla en la piel del rostro. Se deja 5 minutos y se lava con agua tibia. Otra opción es comerse la pulpa y frotar suavemente la cáscara del lado de la pulpa por la cara. Luego de 5 minutos se lava con agua tibia.

Esta fruta también contiene vitamina A, esencial para la salud de la piel. Se puede elaborar una mascarilla con un pedazo de pulpa de papaya hecha puré y se le agrega una cucharada de miel de abeja. La miel de abeja es humectante y también tiene varias sustancias nutritivas para la piel. Se coloca la mascarilla en el cutis y se deja unos 10 minutos. Se lava con agua fría. Esta mascarilla se puede repetir una vez por semana.

Aunque parezca sorprendente, también tiene propiedades aclarantes que se deben a la papaína, la cual ayuda a renovar la piel. Además, desvanece las manchas y pecas. La papaya es buena para darle un tono más uniforme al rostro de manera que se vea más juvenil.