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El Telégrafo
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Almachi sintió el beso de su madre en la meta

Almachi sintió el beso de su madre en la meta
13 de agosto de 2012 - 00:00

El ecuatoriano Miguel Almachi, atleta de fondo nacido en Quito, cerró la participación del deporte tricolor en Londres, ubicándose en el puesto 50 de la maratón, en el marco de los Juegos Olímpicos.

Almachi concluyó la prueba con un tiempo de 2 horas, 19 minutos y 53 segundos, por debajo de la marca (2h15m0) con la que clasificó a la cita ecunémica en la capital de Gran Bretaña. Ayer participaron 105 maratonistas, de quienes noventa completaron el recorrido.

La maratón fue ganada por el ugandés Stephen Kiprotich, quien superó en el duelo a los keniatas Abel Kirui y Wilson Kiprotich, que tiene el mismo apellido del triunfador, el cual impuso un tiempo de 2h:8m:9s.

Así concluyó ayer la actuación de los 36 deportistas ecuatorianos que llegaron hasta tierras británicas, tras largas y difíciles etapas de clasificación.

Cabe mencionar que Almachi sufrió calambres en los últimos kilómetros del maratón olímpico, pero resistió y terminó   en el 50º casillero, un motivo del que, dijo, “está contento”.

“Cumplí con mi objetivo. Estoy feliz de haber llegado a la meta, di lo mejor de mí”, afirmó el atleta de 27 años y oriundo de Quito.

Para Almachi, la parte final de la prueba fue la más complicada, ya que fue allí que sintió fuertes calambres. “Los últimos kilómetros tuve unos calambres en las piernas que ya no me daban. Pero lo importante es que llegué, no había que quedarse en la mitad de la carrera”, señaló el tricolor que consideró haber hecho “un buen tiempo”, teniendo en cuenta las dificultades del recorrido, cuyas curvas resultaron exigentes para los maratonistas.

“El circuito fue duro, con muchas vueltas, pero ahí le dimos. Estoy muy contento de volver a Ecuador con este desempeño”, expresó.

Pero Almachi tuvo un sentimiento especial a su arribo a la meta y acotó que: “somos unos elegidos los que corremos; el maratón es la madre de todas las pruebas y yo sentí como si en la llegada mi madre me hubiera dado un beso”, comentó emocionado el ecuatoriano.

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