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Ecuador, 23 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo

Las elecciones alteran las costumbres y mejoran el comercio

“Vine a realizar las compras porque mañana debo ir a sufragar, hay que ir a misa y estar pendiente de las elecciones”, dijo Marlene Mejía.

Al igual que ella, cientos de amas de casa optaron por adelantar sus quehaceres dominicales.

Los centros de abastos, como el 9 de Octubre, recibieron a las madres de familia que acompañadas por sus esposos adquirieron los víveres para el hogar.

“Yo mañana no saldré a vender mis productos porque debo acompañar a mis hijos a votar”, dijo Carmen Segarra, mientras vendía  legumbres en la planta baja del mercado.

“Los días de votaciones bajan las ventas por eso  vendré hoy solo un momento”, manifestó Janeth Orbe, comerciante de hortalizas.

Una situación parecida se notó también en los supermercados,  donde las amas de casa recorrieron entre las perchas en búsqueda de los alimentos para la familia.

Anoche muchas adelantaron su asistencia a la iglesia para no hacerlo hoy y acudir con tranquilidad a votar. Los cuencanos tienen por costumbre asistir a la misa de 06:30.

Otros ciudadanos consultados, en cambio, dijeron que irán a sufragar lo más temprano posible para luego dirigirse a descansar en el Valle de Yunguilla o en los cantones de Paute y Gualaceo. Su retorno está previsto para las 17:00  a fin de estar pendientes de los resultados de las elecciones.

Mientras tanto en Machala varios negocios que se ubican en los alrededores  del Consejo Nacional Electoral (CNE) de  El Oro han incrementado sus ventas debido a la gran afluencia de personas que llegan a esa institución.

Asimismo el comercio informal de refrescos y jugos tiene una mayor demanda.
Miembros de las Juntas Receptoras del Voto (JRV), personal técnico y administradores, que hoy participarán coordinando las elecciones, se aglomeraron en las instalaciones del CNE para recibir las últimas instrucciones.

Debido al intenso calor, los vendedores de  aguas y colas agotaron sus ventas, ya que el personal compraba para hidratarse.

Lo mismo pasó con los puestos aledaños al edificio de la entidad como los cyber café, las copiadoras, las cabinas telefónicas y los asaderos de pollos.

“En estos días y hoy (ayer) más gente ha venido a comer, ya que llegan desde diferentes cantones”, dijo William Alfonso, dueño de un restaurante.

Pedro Quiñónez, vendedor de jugos de coco, afirmó que en aproximadamente 5 minutos, unas 10 personas le compraron un vaso de jugo a 0,50 centavos.
Debido a la intensa actividad, en el CNE, un policía de tránsito controlaba el paso vehicular para evitar algún accidente.

Para hoy se espera que las calles que rodean al edificio  estén cerradas y controladas por policías y militares. Además se colocaron alambres de púas en las calles para evitar el ingreso de personas particulares.

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