La guerrilla colombiana del ELN confirmó hoy su intención de mantener secuestrado al ciudadano canadiense Jernoc Wobert, único trabajador de la minera Geo Explorer que sigue cautivo tras la liberación el viernes de cinco ingenieros y geólogos.

"El canadiense se queda", señaló con contundencia el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en un comunicado firmado el viernes pero divulgado hoy en su página web, en el que no explicó las razones que llevan al grupo insurgente a retener a Wobert en su poder.

La emisora colombiana Caracol Radio informó sin citar a fuentes que la guerrilla está extorsionando a la familia de Wobert.

No obstante, el ministro de Defensa de Colombia, Juan Carlos Pinzón, apuntó ayer que el ELN "como siempre está buscando dinero".

Y el comandante de la Segunda División del Ejército, el general Juan Pablo Amaya, al mando de las operaciones de búsqueda, dijo en declaraciones a Efe: "podríamos inferir que se trata de una presión extorsiva, porque es lo habitual en este tipo de organización".

Según explicó, las autoridades han sacado esta conclusión de las entrevistas con ocho guerrilleros detenidos y con los cinco liberados.

Por su parte, la dirección del Frente Darío Ramírez Castro del ELN se limitó a señalar: "El ingeniero canadiense Jernoc Wobert, de 47 años, sigue retenido por guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional, en la Serranía de San Lucas".

Wobert, vicepresidente de exploración de Geo Explorer; los peruanos José Mamani y Javier Ochoa, y los colombianos Manuel Zabaleta, William Batista y Alexis López fueron secuestrados el pasado 18 de enero por guerrilleros que irrumpieron en el campamento de Casa de Barro del municipio de Norosí, en el Sur de Bolívar.

Pero el ELN dejó libres sólo a cinco de ellos y los entregó al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), casi a punto de cumplir un mes en cautiverio.

Manuel Batista, hermano de uno de los ingenieros colombianos liberados, dijo el viernes en una entrevista con Efe que desconocía si la guerrilla había pedido algún pago a la empresa a cambio de las entregas, pero dejó claro que a las familias no les han solicitado "ningún tipo de contraprestación por la liberación".

El ELN enmarcó el secuestro de estos trabajadores en su lucha contra las multinacionales, a las que acusa de expoliar los recursos naturales colombianos, y contra las políticas minero-energéticas del Gobierno del presidente Juan Manuel Santos.

Por eso, en su comunicado explicaron que los títulos mineros de Casa de Barro y Mina Seca "originalmente fueron concedidos a las comunidades de mineros tradicionales que allí viven, pero debido a maniobras de intermediarios corruptos, tales títulos terminaron en manos de la empresa canadiense, con sede en Toronto, que empleó al ingeniero Wobert y lo envió a Colombia".

Además denunció una trama de corrupción, lavado de dinero con las regalías mineras y narcotráfico entre políticos locales, con la permisividad de fuerzas militares y policiales en alianza con grupos paramilitares.

El ELN "seguirá presionando para encontrar soluciones reales al conflicto interno y además se dispone a dialogar con el Estado para construir soluciones no militares para los problemas de las mayorías nacionales", acotó.

"Así ellos argumenten en comunicados absurdos, nosotros sabemos, por lo que hemos constatado, que el ELN es una organización con ánimo de lucro, por lo que (la teoría de la extorsión) es una posibilidad fuerte", concluyó el general Amaya.

El ELN además tiene en su poder a los hermanos alemanes Uwe y Günter Otto Breuer, dos jubilados que recorrían el país en su propio vehículo cuando fueron hechos cautivos en noviembre pasado en la región del Catabumbo, fronteriza con Venezuela, acusados de ser espías.

Las autoridades colombianas no se han pronunciado todavía sobre el paradero de los dos alemanes, aunque el jefe de la delegación del CICR en Colombia, Jordi Raich, dijo el jueves que el organismo está "en contacto" con el Ministerio de Defensa, la Embajada alemana y el ELN, aunque no hay nada establecido. EFE