Vías urbanas más seguras, una propuesta desde la sociedad civil
Los datos de la siniestralidad en Ecuador, entre 2019 y 2021, evidencian que el 91% de siniestros por conducir bajo los efectos del alcohol y el 76% de siniestros por exceso de velocidad se producen en las ciudades.
Es decir, las investigaciones revelan que los accidentes que involucran a actores vulnerables (peatones y ciclistas) se concentran en las provincias de Pichincha y Guayas, especialmente en Quito y Guayaquil, donde se observa que los arrollamientos y atropellamientos son característicos de las vías urbanas. Los sitios donde los peatones y ciclistas son más vulnerables son al cruzar en las intersecciones, avenidas y redondeles.
De acuerdo con cifras de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), de enero a agosto de 2022, se han registrado 14.388 siniestros de tránsito a escala nacional, como resultado, 12.412 personas resultaron heridas y 1.470 fallecieron. En promedio 6 personas mueren al día en las vías.
Por lo que Pamela Mendieta, subsecretaría del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, mencionó que en Ecuador se deben implementar políticas públicas basadas en la evidencia que permitan reducir efectivamente los siniestros de tránsito. Las buenas prácticas internacionales sustentan una intervención sistémica e integral que priorice las acciones orientadas a proteger a los más vulnerables en las vías y que incluya a todos los actores sociales: sector público, sector privado, academia, organizaciones de la sociedad civil y ciudadanía, desde una perspectiva de corresponsabilidad.
Los siniestros que involucran actores vulnerables, representan a escala nacional el 16% de los siniestros de tránsito, provocando el 47% de víctimas mortales. En Ecuador, entre 2019 y 2021, la ANT registró un total de 56.961 siniestros de tránsito, de los cuales el 66% sucedieron en áreas urbanas del país.
Conducir bajo los efectos del alcohol
El 6% de los accidentes estudiados se produce por efectos del consumo de alcohol, aunque esta cifra podría ser mayor ya que no existen métodos para comprobarlo en el momento del siniestro. El 91% de siniestros por consumo de alcohol se producen en las vías urbanas, principalmente en Pichincha y Guayas.
El 64% de actores involucrados en este tipo de eventos tiene entre 19 y 45 años y el 80% de los actores involucrados son hombres. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), a medida que aumentan los niveles de alcohol en el sistema de una persona, aumentan los efectos negativos sobre el sistema nervioso central. En general, la intoxicación por alcohol hace que el riesgo de un siniestro fatal sea 17 veces mayor que para una persona sobria.
“El número de siniestros que causa conducir bajo los efectos del alcohol son alarmantes. Ecuador está por fuera de la norma recomendada por la OMS, pues lo máximo recomendado es 0,05 g/dL (gramos por decilitro de sangre) y en nuestro país la norma llega hasta por encima de 0,12 g/dL; por lo tanto, la reducción de la concentración de alcohol en sangre de 0,12 g/dL a 0,05 g/dL puede contribuir a una reducción del 6% al 18% de las muertes por siniestros de tránsito relacionados con el alcohol”, acotó Chacón.
Exceso de velocidad
El 35% de siniestros analizados tuvo como causa probable “superar los límites de velocidad”; es decir, es la principal causa de los accidentes registrados en el país. De estos, el 76% ocurren en las vías urbanas de Ecuador, especialmente en Pichincha, Guayas, Imbabura, Tungurahua y Azuay. En estos casos, el 41% de actores involucrados tiene entre 19 a 45 años, de ellos, el 63% son hombres.
Por ejemplo, el riesgo de muerte es 20 veces mayor en un choque con velocidad de impacto de 80km/h que de 30 km/h. Mientras que una velocidad de 50 km/h es demasiado alta en entornos donde los vehículos motorizados y los usuarios vulnerables de la vía interactúan y comparten un mismo espacio.
Por lo tanto, una disminución del 5% en la velocidad media conduce a una disminución de, aproximadamente, el 10% en todos los siniestros con heridos y un 20% de disminución de siniestros mortales.
Finalmente, Karina Gallegos, representante de la Asociación de Peatones de Quito
expresa que, el control de la velocidad es un elemento fundamental para garantizar el estricto cumplimiento y para promover una cultura de seguridad vial. Para ello se debe incorporar tecnología con cámaras de velocidad fijas y móviles, controles por radar y sistemas de control en los vehículos de los agentes de tránsito y policía nacional.