Las últimas semanas, en Quito, la mirada de los transeúntes se posan en algo diferente, un bus blanco que resalta entre los automotores. Esta unidad de transporte de la cooperativa “Guadalajara” tiene algo en particular, en eléctrico. Es decir, tienen cero emisiones de gases de escape.

La llegada de este autobús significa buenas noticias para la ciudad porque podría ser el inicio de un cambio en el modo de movilizarse. Así lo resaltó en su cuenta de la red social Twitter la usuaria Caro Proaño quien compartió imágenes y videos de este bus.

Buenas noticias! Durante varias semanas un #buseléctrico de la Cooperativa Guadalajara prueba transformar el transporte público en #Quito. Escucha el sonido al arrancar en el semaforo, lo mejor de todo: adiós al humo negro! #ceroemisiones #movilidadsostenible pic.twitter.com/USaGeNFDob

— Caro Proano (@CaroProanoL) June 26, 2023

El sonido de este automotor marca la diferencia de otras unidades y, lo mejor, no deja esa cortina negra a su paso. Esto constituye un paso clave para lograr un aire más limpio, así como los objetivos de descarbonización y la lucha contra el cambio climático.

Este tipo de automotores representan algunas ventajas, no solo para los usuarios, por ejemplo representará un menor coste de consumo ya que, a diferencia del combustible tradicional, la electricidad resulta más económica.

El mantenimiento de este tipo de buses resulta mucho más económico en comparación de las unidades clásicas de transporte. Adicional, el motor de propulsión eléctrica ocupa menos espacio y es más versátil que los habituales motores de autobús.

A esto se suma la reducción del ruido que producen los buses tradicionales como consecuencia de la combustión del motor. En cambio, un autobús eléctrico resulta casi imperceptible al oído.

No obstante, no todo es color de rosa, esto debido a que este tipo de buses son más costosos que los tradicionales; tampoco pueden recorrer largas rutas debido a que estos automotores tienen una autonomía sensiblemente inferior al resto de sistemas competidoras. Otro punto en contra respecto a los buses tradicionales es que posee menor potencia.

Finalmente, la desventaja más notable del bus eléctrico, sin duda, es el tiempo de recarga. Mientras a un bus tradicional le toma minutos llenar su depósito de gasolina, al eléctrico le puede tomar horas para cargar totalmente sus baterías.

Sin embargo, para la mayor parte de la ciudadanía el hecho que las emisiones de gases contaminantes disminuyen es uno de las mayores ventajas de este tipo de buses. Ahora, para usuarios del transporte público, la llegada de uno de esto vehículos ya sería el primer paso para un cambio en la movilidad de la capital.