La equidad de género en la política sigue siendo una materia pendiente
La sociedad ecuatoriana se ha cuestionado por muchos años la capacidad de las mujeres para gobernar el país. Imaginar una mujer como presidenta de Ecuador no está en los planes de muchos. Solo basta con ver el caso de Rosalía Arteaga, una mujer que tuvo que asumir el control del país después de que Abdalá Bucaram sea declarado mentalmente incapaz de cumplir con sus responsabilidades como presidente.
Ella marcó la historia porque se convirtió en la primera mujer que se sentó en la silla más importante del país tricolor. Pero eso no duró mucho, porque una presidenta mujer no estaba dentro de los planes. Es por esto que sin contar con apoyo para su gobierno y bajo la excusa de un “vacío constitucional” y falta de experiencia, es obligada a ceder su puesto al nombrado presidente interino, Fabián Alarcón.
Esta historia grafica un argumento que ha estado presente por muchos años. Este habla de la desigualdad que existe en Ecuador en cuanto a equilibrio de género en el manejo de la política. A pesar de que la lucha de las mujeres para lograr su participación en este sector, con total igualdad, ha ido ganando batallas con el paso de los años, lo que refleja la contienda electoral del 2021 es que la sociedad ecuatoriana no contempla en sus planes tener una mujer a la cabeza.
El analista político Alejandro Zavala afirma que la política es un sector que todavía está dominado por los hombres y una de las mayores trabas para que las mujeres puedan desempeñarse en política es el machismo estructural que existe en la sociedad. “Los números son fríos, si de 16 binomios 15 tienen a la cabeza a hombres y la gran mayoría de mujeres están para vicepresidentas, de plano presenta las desigualdades que existen, se dice: están bien para vicepresidentas, pero para presidentas ya no. Se nota que la participación de las mujeres es de mayor calidad, pero siento que aún no llegan a donde merecen estar, debería haber cinco binomios más encabezados por mujeres porque están absolutamente preparadas para saltar a la arena en estas elecciones.”
El Consejo Nacional Electoral propuso varias reformas al Código de la Democracia, entre estas está la paridad de género. La reforma estipula que para la elaboración de las listas se debería considerar la paridad de hombre-mujer o mujer-hombre. Los comicios del 2021 son la última vez que los binomios se conforman por un solo género.
Ante esto hay una duda que salta y genera debate: ¿estos reglamentos que buscan garantizar el respeto y la igualdad de derechos realmente ayudan o solo se contempla como una cuota que hay que llenar para tener contento al sistema? “Muchos de los partidos políticos dirán: voy a poner a mujeres encabezando las listas para cumplir el 15% que hoy nos obliga ley, pero les voy a poner en lugares en donde no tengan mucha influencia.”
Para Francisca Morejón, miembro de la Red de Mujeres Políticas, este pensamiento se da como parte de la violencia política que las mujeres sufren. Además, afirma que “para cambiar esto se debe transformar el imaginario de la gente, en el sentido de que, las mujeres y los hombres estamos en igualdad de condiciones y que lo que nosotros reclamamos son los derechos humanos de participación.”
En Ecuador, las mujeres juegan un papel fundamental dentro de la política. Según el documento “Participación política de las mujeres en el Ecuador” elaborado por el Consejo Nacional Electoral, el porcentaje más grande de electores corresponde al sexo femenino con el 50,20%. Dentro del porcentaje de participación en los comicios las mujeres siguen a la cabeza con el 51,1%. Ellas siendo el electorado más fuerte deberían tener una participación más equitativa dentro de los procesos electorales, sin embargo, esto no es así.
Alexandra Peralta, candidata a vicepresidenta del partido político Democracia Sí, explica que “todavía hay una limitación que viene por una sociedad donde el hombre ha sido puesto como el que gobierna y creo que la política no es algo diferente a cualquier otra carrera profesional. Se necesita entender que la administración de un gobierno busca el bienestar para toda la población y si hay alguien que puede velar por el bienestar del país son las mujeres.”
La lucha de las mujeres para lograr su participación en la política ha sido una tarea dura y difícil, sin embargo, se ha visto que pequeñas batallas han abierto brechas grandes para que la sociedad ecuatoriana cambie su mentalidad e incluya a las mujeres en sus planes.
Tanto Alexandra Peralta como Alejandro Zavala y Francisca Morejón llegan a la conclusión de que si la mujer está capacitada tiene la fuerza para sentarse en la silla más importante del país. No solo está ahí para cumplir con una cuota, sino para cambiar a Ecuador. (I)