Quito Calle, un proyecto fotográfico que visibiliza lo que ignoramos
Andrea Barrionuevo, creadora del proyecto fotográfico Quito calle, nos recibe con una gran sonrisa en la inauguración de su primer ‘show room’ permanente en la escuela de arte quiteño. En él que expone la fotografía de calle, así como el arte urbano que realiza (‘merch’, stickers, pines).
Para la artista, la exposición es “un hecho histórico”, porque desde siempre anheló tener su propio estudio, su “casita” donde exponer su arte. En entrevista con El Telégrafo, Barrionuevo contó cómo nace este deseo de retratar a los habitantes de calle, ‘caseritas’, ‘borrachitos’ y todo personaje que haga de la calle su hogar o su lugar de trabajo.
Barrionuevo creció en barrios populares del sur de Quito, mirando todo lo que ahora retrata. Llamaba a su curiosidad ver a los ‘borrachitos’ botados los sábados por la mañana, durmiendo en plena vereda. Una de sus fotografías que tiene mucho significado para ella es el ‘perro almohada’. Cuenta que un ‘borrachito’, que apestaba a alcohol a “kilómetros”, le estaba dando de comer arroz de una tarrina a su perro, pero no comía y se acostó a dormir, él dejo la tarrina en el piso y se acostó con la cabeza encima del perro, como si fuera almohada. ”Esas escenas me dan tanta ternura, a veces las personas que no tienen nada, te dan más que las personas que tienen”.
Sus inicios
Trabajó seis años en diario La Hora haciendo fotoperiodismo. Allí comenzó a relacionarse con la prensa y con la fotografía callejera. Las fotos que tiene exhibidas son de las primeras que tomó, hace unos 8 años creo su cuenta de Quito Calle, misma que fue hackeada con 25 mil seguidores.
Andrea, con sus fotografías, quiere demostrar la realidad que pasa inadvertida. “Las realidades que la gente prefiere no ver, dar voz las personas que no la tienen... Siento que todas las personas estamos rotas de alguna manera y con el trabajo trato de generar empatía”.
¿Cuál es tu referente fotográfico?
Sebastián Salgado de Brasil y Lee Jeffries de New York.
¿Cuál es tu deseo para el futuro?
Sacar mi trabajo a otros países, quisiera exhibir mis fotografías en museos, galerías prestigiosas, tener mi propia galería de arte urbano.
También tener una fundación de gente de habitantes de la calle, retribuir un poco todo lo que retrato en las calles.
¿Cuáles son los obstáculos para realizar ‘street photography’?
En temas de leyes es un poco complejo por la identidad de las personas, hay que manejar con pinzas y con respeto, hay muchas veces que tienes que pedirles permiso a las personas que retratas, conversar del proyecto. Es lo que suelo hacer yo, conversar un buen rato, hacerles el gastito para que confíen en lo que hago.
También se enfrenta a las críticas. En los últimos meses la han atacado con el término “pornomiseria”; es decir, que se aprovecha de los pobres vendiendo sus fotografías. Ella contradice eso y comenta que debe hacer muchas más cosas para sustentar su proyecto auto gestionado. Además, desde hace un par de meses hace laboral social con habitantes de la calle y solía ir los jueves a la basílica con un grupo de amigos que les cortaban el cabello.
¿Cómo es ser artista en Ecuador?
Es súper duro, súper luchado ser un artista urbano, ser un artista en general en el ecuador, porque hay muy pocos que han logrado salir del país y logran un reconocimiento.
Tips para realizar fotografía callejera
Se puede hacer mucha fotografía en la calle, la cosa “es saber encontrar la magia donde la fotografía cuenta una historia sin que yo tenga que explicártela”, asegura la artista.
- Cuando salgo a documentar, trato de llevar ropa que no llame mucho la atención, que sea lo menos visible posible.
- Trabajo con lentes teleobjetivos para que las personas no sepan que fueron retratadas y la escena no cambie, naturalidad en las tomas es lo que se busca.
- Voy como un “cazador”, medio escondiéndome un poco.
- Hay que mirar detalladamente todo, todo lo que nos rodea mientras caminamos.
- Es mejor siempre ir acompañada.
Andrea lleva 11 años de profesión, poder registrar, expresar las cosas que pasan en la calle y a personas que no tienen hogar, migrantes, borrachitos, adictos, es lo que le mueve a seguir con el proyecto. “Siento que todas las personas estamos rotas de alguna manera y con el trabajo trato de generar empatía”
Andrea quisiera aportar a la sociedad, dejar una huella linda, “para cuando me muera alguien hable de mi obra de las caseritas, de los rotos”.