Prisión y multa económica por ‘crucificar’ a un águila andina en peligro de extinción
La Fiscalía General del Estado informó que Narciso Rodolfo V. B., de 52 años, sentenciado –como autor– por un delito contra la flora y fauna silvestres. El ciudadano tenía en su finca el cadáver de un águila andina, especie en peligro de extinción.
En base a las pruebas testimoniales, el Tribunal sentenció al ciudadano a un año de privación de libertad como autor del delito. Además, deberá completar un curso de 120 horas respecto a conservación, entregar USD 3.000 para financiar el monitoreo de aves y pagar cuatro salarios básicos como multa.
El hecho ocurrió el 17 de febrero de 2021, Luis S. vio desde la carretera al ave amarrada a una caña guadua, de más de cinco metros de alto, crucificada y lista para ser embalsamada. El testigo es biomonitor y se encarga de verificar la existencia y ubicación de nidos de cóndores y otras aves.
En su declaración contó que al ver al ave alertó del hallazgo al Director de la Fundación Cóndor Andino y, junto con agentes de la Policía de medioambiente y Fiscalía, se trasladaron hacia el lugar. Con la cooperación de una experta de la Fundación, se levantó el cadáver del ave para practicarle una necropsia.
La especialista explicó ante los jueces que se encontraron siete perdigones en el cuerpo del animal: una hembra subadulta en período de reproducción, espécimen de vida silvestre amparado y protegido por la normativa nacional e internacional de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
El veterinario que asistió en la necropsia del ave declaró que tenía una fractura expuesta del ala, que los perdigones atravesaron su cuerpo y que el animal “murió en agonía”.
En la audiencia, una bióloga de la Fundación, explicó que el águila andina es la tercera en tamaño en Ecuador, que mide hasta dos metros cuando es adulta, que empieza su etapa reproductiva al tercer año de vida y que solo pone un huevo cada año o máximo dos.
“El águila por la que se desarrolla este juicio iba a dar –en promedio– un pichón por año, durante 15 años. Entonces no solo se mató un ave”, sostuvo. Acotó que solo hay 200 especies adultas en el Ecuador y que la causa principal de muerte es por cacería: “hay gente que le tiene miedo. El ave no es migratoria y se encuentra en todo el callejón interandino”.
Los delitos contra la flora y la fauna silvestres se castigan con pena privativa de libertad de uno a tres años, según el artículo 247 del Código Orgánico Integral Penal.