Santiago Guarderas, alcalde de Quito, anunció que el lunes 24 de enero del 2022, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Cantonal se reunirá para analizar el cambio de color de rojo a amarillo, anunciado por el COE Nacional y, con ello, las nuevas medidas a adoptar. 

A través de su cuenta de Twitter, este sábado 22 de enero, el burgomaestre destacó que "la salud y bienestar de los quiteños son prioridad para lograr la reactivación económica de la ciudad".

En el informe del Ministerio de Salud se aseguró que por lo menos 37.180 casos de contagio han sido confirmados a está hora a escala nacional. Esto indicaría que hay una tendencia a la disminución de contagios. 

En ese sentido, la ministra Ximena Garzón anunció que la semaforización para varios cantones cambiará tomando en cuenta cuatro variables: la carga de positividad y letalidad, la transmisión y tasa de incidencia, la saturación de servicios hospitalarios y la prevención (mediante el porcentaje de cobertura de vacunación).

Después de que el COE Nacional informó sobre la nueva situación epidemiológica de Quito, he convocado al COE Metropolitano este lunes, 24 de enero, para tomar decisiones. La salud y bienestar de los quiteños son prioridad para lograr la reactivación económica de la ciudad.

— Santiago Guarderas (@santiguarderas) January 22, 2022

Sin embargo el Municipio, en un comunicado, precisó que según la resolución 040, la capital cuenta con cuatro umbrales de alerta que permiten tomar decisiones sobre la base de tres criterios: transmisión del virus, capacidad del servicio hospitalario y corresponsabilidad (vacunación).

Este semáforo tiene cuatro colores: verde (bajo), amarillo (medio), tomate (alto), rojo (muy alto). Cada una de estas alertas determina los aforos que se permiten para diferentes actividades como funcionamiento de bares, discotecas, centros de tolerancia y diversión nocturna, centros de entrenamiento y gimnasios, etc.

Sobre el tema educativo, el Cabildo acogió la decisión del Ministerio de Educación para que el retorno a la jornada presencial en las aulas sea voluntario. Las instituciones educativas garantizarán el distanciamiento necesario entre alumnos, es decir 2.25 m por persona.

Además, las clases se pueden organizar en grupos y en horarios diferenciados. Esta medida rige a partir del día lunes, 24 de enero.