Un estudio publicado por la Asociación Estadounidense del Corazón, indica que una vida más larga, implicaría dedicar un tiempo adicional al ejercicio, más allá de lo recomendado.  El análisis se hizo a más de 100 mil adultos, quienes informaron sus actividades físicas en los últimos 30 años por medio de cuestionarios.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los adultos deben realizar a la semana, entre 150 y 300 minutos de actividad física moderada, o 75 y 150 minutos de actividad intensa. Tomando en cuenta el estudio, las personas que superan estos niveles, tendrían la posibilidad de vivir más tiempo, que aquellas que no lo hacen. 

Dong Hoon Lee, autor del estudio, mencionó que la mayor reducción de muerte prematura, se produjo en personas que mencionaron realizar entre 150 y 300 minutos de actividad física intensa, o 300 y 600 minutos de actividad moderada. O incluso una mezcla entre ambas. 

Ejemplos de actividad moderada: Caminatas, ejercicios aeróbicos, saltar la cuerda, bailar o actividades domésticas.

Ejemplos de actividad intensa: Trotar, práctica de deportes, desplazamientos rápidos en bicicleta, natación, artes marciales.

¿Cómo incorporar el ejercicio en nuestro día a día?

Una de las principales preocupaciones que se puede presentar, es encontrar la manera de incorporar todo este tiempo de ejercicio mencionado en el estudio, tomando en cuenta las demás responsabilidades que se debe cumplir. 

Los mejores programas de ejercicios incluyen una planificación de cuándo ejercitarse, recibir recordatorios, ofrecer incentivos y desalentar la falta de más de un entrenamiento planificado.  

Con 11 minutos de ejercicio al día, la duración de la vida puede tomar un rumbo diferente. Para esto, podemos realizar actividades como; caminatas, cuatro series de una secuencia de ejercicios con el peso corporal, practicar posturas de yoga, o incluso elegir algunas canciones para bailar, certifican