Cada 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, una fecha promovida por la Federación Mundial de la Salud Mental. En un mundo donde los trastornos mentales afectan a millones de personas, este día hace un llamando a la sociedad a abrir el diálogo sobre la importancia de cuidar la salud mental.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), ha calificado los trastornos de salud mental como una "pandemia invisible", señalando su profundo impacto en la sociedad. De acuerdo con la OMS, actualmente cerca de 970 millones de personas en el mundo padecen algún tipo de trastorno mental, una cifra que supera los 769 millones de casos de COVID-19 reportados hasta ahora. Esta comparación subraya la gravedad de una crisis global que a menudo es ignorada en favor de otras emergencias de salud pública más visibles.

En Ecuador, la situación es compleja. Según la encuesta Gallup de 2021, el país se ubicó entre los 10 peores del mundo en cuanto a salud emocional. Esta tendencia ha empeorado debido a la creciente crisis de seguridad y los problemas ambientales que afectan a la población. Además, la OMS estima que 1 de cada 4 personas experimentará un problema de salud mental en algún momento de su vida.

Los trastornos de salud mental son un problema que afecta a todos los países. En España, una encuesta de la empresa española Statista, llevada a cabo entre julio de 2023 y junio de 2024 reveló que una de cada cuatro personas había experimentado problemas como depresión, estrés o ansiedad en los doce meses previos. Aunque la proporción de personas afectadas parece ser igual o inferior al 30% en países como Nueva Zelanda, México, India, Francia o China, esta diferencia podría deberse a la variación en la aceptación social de los problemas de salud mental.

El bienestar mental puede verse afectado por una serie de factores. El estrés prolongado, ya sea por presiones laborales, académicas o personales, es una de las principales causas de ansiedad y otros problemas emocionales. Experiencias traumáticas, como abusos o accidentes, pueden dejar secuelas profundas, mientras que factores socioeconómicos, como la pobreza, el desempleo y el aislamiento social, aumentan el riesgo de desarrollar trastornos mentales.

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— El Telégrafo Ecuador (@el_telegrafo) October 11, 2024