Cuando la exportación del sobrero de paja toquilla superó al cacao
Desde el 5 de diciembre de 2012 el “Tejido tradicional del sombrero de paja toquilla ecuatoriano” está dentro de la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco.
Esta prenda tradicional que se ha mantenido durante siglos tiene su origen en Manabí; los tejedores de Montecristi y Jipijapa se especializaron en la elaboración de sombreros bajo el modelo europeo.
Sin embargo, en el siglo XIX, esta actividad atrajo el interés del Austro ecuatoriano. Las provincias del Azuay y Cañar fueron las protagonistas de lo que se conoció como el “boom toquillero”.
A tal punto que en 1854 la exportación de sombreros de paja toquilla superó al cacao; hacia 1863 se exportó desde el Puerto de Guayaquil 500.000 sombreros.
Europa y Estados Unidos empezaron a demandar este producto que fue promocionado en la exposición Mundial de París en 1855.
El sombrero se hizo aún más popular con la construcción del Canal de Panamá utilizado, inicialmente, por los obreros de protegerse del sol; luego, importantes figuras políticas y del espectáculo, empezaron a usar los sombreros de paja toquilla, convirtiéndose en un accesorio de moda muy apetecido.
Actualmente, su elaboración se mantiene en Ecuador; el tejido se conservó y se transmitió de generación en generación en tres provincias:
Manabí
Picoazá, Pacoche, El Aromo, Montecristi, San Bartolo, Las Pampas, Valencia, Nueva Esperanza, Las Palmas, Los Bajos, Los Anegados, La Solita, Pile, Guayabal, La Pila, Calceta, Santa Marianita, Cerro Copetón, La Sequita, Pepa de Huso.
Santa Elena
Dos Mangas, Febres Cordero, Barcelona. En la provincia de Cañar: Luis Cordero, Nazar, Solano, Zhud, Déleg, Azogues, Uishil.
Azuay
Sidcay, Molleturo, Luis Cordero, Checa, San Joaquín, Cuchil, Tarqui, Tullupamba, Bella Vista, San Fernando, Pucará, Santa Isabel, El Pan, Oña, La Unión, Ricaurte.