Daniel (nombre protegido) tiene 27 años y desde este martes, 11 de julio de 2023, decidió acceder a la PrEP -conocida como Profilaxis preexposición- para prevenir el VIH. Esta estrategia se implementó en febrero en cinco establecimientos públicos del país.

Su enfoque principal es la prevención de esta infección en toda la ciudadanía, aunque hay un énfasis en poblaciones clave: hombres que tienen sexo con hombres (HSH), personas transfemeninas, trabajadores sexuales y privados de la libertad (PPL).

Lo explica Rodrigo Tobar, gerente de la Estrategia de Prevención y Control de VIH - SIDA del Ministerio de Salud Pública (MSP). Sostuvo que "el objetivo de esta iniciativa de prevención es evitar el aumento de casos de VIH en el país, en especial, en personas con mayor riesgo". 

Daniel, por ejemplo, sacó una cita médica en el Hospital Docente de Calderón, ubicado en el norte de Quito, para empezar con el tratamiento de forma segura. Este establecimiento es uno de los cinco que ofrecen este servicio en Ecuador. A este se suman el Hospital Dr. Rafael Rodríguez Zambrano (Manabí), Centro de Salud Pumapungo (Azuay), Hospital General Teófilo Dávila (El Oro) y Hospital General Guasmo Sur (Guayas). Y desde el segundo semestre se implementará en Esmeraldas.

Obtener el turno -dice- fue sencillo. El viernes, 07 de julio, buscó información vía Internet. “Llamé al número para sacar una cita y me agendaron de inmediato”. Cerca de las 14:30, Daniel subió al primer piso del hospital y se dirigió a la Unidad de Atención del VIH.

Luego, recibió una valoración de su estado de salud. Le abrieron una historia médica y le pidieron una prueba de VIH. Lo segundo forma parte de un protocolo necesario para conocer si es o no portador del virus. Pero, si el paciente lleva la prueba la toman en cuenta para la evaluación. 

En caso de que el resultado sea negativo, se procede con la realización de la prueba de sífilis, hepatitis B y C, creatinina sérica (indica si hay enfermedad renal), función hepática o del hígado y prueba de embarazo. Después de descartar temas de salud, el joven recibió charlas para explicar sobre la PrEP.

Silvano Bertozzi, médico internista y líder de la Unidad de VIH, explica que es un tratamiento preventivo combinado. Es decir, se requiere la ingesta de un antirretroviral diario y el uso de preservativo. ¿El motivo? La PrEP evita una infección por VIH, pero no protege de otras de transmisión sexual, como la sífilis o la gonorrea.

De hecho, cuenta el profesional de la salud, ha tratado casos de personas que usan PrEP, pero se han infectado de sífilis que, hoy por hoy, es una de las enfermedades más comunes. “Es una estrategia de prevención combinada que requiere el uso de preservativo. Se aplica desde febrero a 135 pacientes, entre 20 y 35 años”.

Para Bertozzi, las edades de las personas que han accedido a esta terapia es la ideal, ya que son jóvenes. “Nuestra experiencia ha sido positiva porque se ve el compromiso de la población para evitar esta infección. La meta es llegar al menos 250 ciudadanos adheridos a la PrEP. Además, el desafío es que el tratamiento se dé desde el primer nivel de atención o centros de salud”.

Los pacientes también cuentan con seguimiento. Después de la primera cita, Daniel deberá volver al mes para una revisión sobre la adherencia al tratamiento. Si todo está bien, los controles serán cada tres meses. En cada chequeo se entregan las pastillas, los preservativos y los lubricantes. “Me siento seguro y confiado en esta decisión que tomé, porque se trata de tener una vida sexual sana, segura y sin tabúes”.

Sixto (nombre protegido) coincide con Daniel. Él tiene 25 años y desde hace cuatro meses se mantiene seguro con la PrEP. Decidió acceder a este tratamiento preventivo porque tuvo una experiencia “complicada” con una chica.

“Ella tenía VIH y nunca me lo dijo. Me di cuenta porque le vi tomándose antirretrovirales. Pasé el susto más grande de mi vida porque no me cuidé. Afortunadamente no me contagié y pasé por un proceso muy duro de más de dos años”.

Sixto, además cuenta, que decidió tener mayor cuidado para evitar infecciones sexuales o algo peor como el VIH. “Cuando empecé con el tratamiento, tuve un leve dolor de cabeza y algo de sed, pero de ahí he realizado mi vida sin ninguna novedad”.

En Ecuador, el número de casos nuevos aumentó

El Ministerio de Salud Pública (MSP) tiene datos sobre el número de casos de VIH en el país. En el 2022 se reportaron 5.142 casos nuevos positivos, es decir, 1.182 más si se compara con el 2021 con 3.960.

Estos casos se concentran en el grupo de edad de 20 a 49 años con el 81% de los casos nuevos; seguido del grupo de 15 a 19 años con el 6% y el de 50 a 64 años con 9%.

El número de personas que viven con VIH también preocupa. En el país se estima que hay 47.000 personas que viven con esta infección. De ellos, 37.844 personas se encuentran en tratamiento antirretroviral.

La mayor prevalencia de VIH está en grupos de población clave:
-Personas Trans femeninas 18,17%
-Hombres que tienen sexo con hombres 10,19%
-Trabajadores del sexo 1,04%
-Personas Privadas de la libertad 3%

Quienes viven con VIH -incluyendo a personas en situación de movilidad humana o refugiados- pueden acceder a tratamientos gratuitos. Consiste en la entrega de antirretrovirales que permiten mantener competente al sistema inmunitario.

Actualmente, el país cuenta con 61 unidades de atención integral de VIH, de las cuales 51 corresponden al MSP.

El trabajo de la OPS es fundamental en la lucha contra el VIH

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha trabajado de manera sostenida en la prevención del VIH en la región. Para ello se ha buscado las mejores alternativas para el diagnóstico, el tamizaje y la prevención de esta infección.

Puntualmente, en Ecuador se han unido esfuerzos con varios actores como ONUSida, asociaciones de personas de las poblaciones clave y Ministerio de Salud. Lo explicó Óscar Barreneche, representante de la OPS en Ecuador. “Esta estrategia combinada de prevención se da para las personas que tienen un riesgo real. Por ejemplo, quienes no tienen una pareja fija o que no usan un condón”.

Además recalcó que la PrEP no protege de otras infecciones de transmisión sexual, como la sífilis o la gonorrea. Por ello, dice, es fundamental el uso del preservativo para evitar las otras condiciones. “Lo que se debe entender es que las otras infecciones son curables. El VIH no; solo hay tratamiento que mantiene con buena salud a la persona”.

¿Qué planes hay para el futuro? Barreneche considera que es un desafío para los países, ya que se trata de “bajar las barreras de acceso”, es decir, facilitar horarios para que sean accesibles para los jóvenes, principalmente. “Deben tener un acceso fácil y no discriminatorio. Se debe entregar la información necesaria para tomar decisiones”.

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