En redes sociales el hashtag #BillGatesBioTerrorist (Bill Gates bio terrorista) se ha viralizado debido a declaraciones del fundador de Microsoft. 

En noviembre de 2021, Gates habló en una entrevista con el miembro del parlamento británico Jeremy Hunt, sobre posibles ataques terroristas que involucrasen al virus de la viruela. Es decir, lo hizo meses antes de que aparezcan casos de viruela del mono en España, Reino Unido, Portugal, y Estados Unidos y sugirió: “Los gobiernos de todo el mundo tendrían que llevar a cabo juegos de gérmenes”. El filántropo insistió en aquel momento en que si las personas viviesen un vínculo constante con diversas bacterias, podrían desarrollar mayores barreras defensivas para combatirlas y sería más simple responder a los ataques.

“¿Y si un bioterrorista llevara la viruela a diez aeropuertos? ¿Sabés cómo respondería el mundo a eso?”, fue la pregunta que hizo el fundador de Microsoft y que él mismo respondió. “Las epidemias causadas por bioterrorismo podrían ser mucho peores de lo que experimentamos hoy”, vaticinó.

Después de que estas declaraciones se hicieran publicas, muchos usuarios se hicieron eco de todo tipo de teorías conspirativas que lo señalaban detrás del actual brote de viruela de mono. No solo lo acusaban de eso sino también de haber esparcido todo tipo de patógenos y experimentando con personas del tercer mundo por años.

Aprovechando su reposo por infección de Covid-19, el multimillonario respondió preguntas a través de una plataforma, ahí un usuario le consultó: “Una gran parte de la población de mi país (por alguna razón) cree que usted es el responsable de la pandemia de covid-19 y que está tratando de tomar el control de la población humana inyectándoles chips a través de vacunas”.

Gates se defendió de las acusaciones. “En 2015 hablé sobre mis temores de que surgiera una pandemia y causara decenas de millones de muertes”, sostuvo y continuó: “Mi fundación financia la investigación de vacunas para salvar vidas. Gasto miles de millones en vacunas y estoy orgulloso de que hayan ayudado a reducir a la mitad menos de 5 muertes en los últimos 20 años (del 10 % al 5 %)”.