Miles de ucranios tratan de abandonar su país huyendo del ataque ruso. Este domingo  se registraron 368.000 refugiados, la mayoría mujeres y niños, según la Agencia para los Refugiados de Naciones Unidas (ACNUR) que desplaza sus funcionarios en las 4 fronteras que tiene Ucrania, con Polonia, Eslovaquia, Rumania y Moldavia.

Entre esos miles de ciudadanos que huyen de la guerra están unos 500 ecuatorianos que intentan llegar a estas fronteras. Muchos de ellos llegaron por tren y autobuses o taxis en algunos casos, de ciudades como Jarkov, Zaporiyia o Kiev.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania ha solicitado a sus funcionarios que intensifiquen el apoyo a los ciudadanos extranjeros, incluidos los estudiantes, que deseen regresar a sus países de origen o mudarse a terceros países. En particular, el gobierno hace todo lo posible para facilitar su paso por la frontera estatal, que se ha visto abrumada por la afluencia masiva de personas que huyen de la agresión armada de Rusia, informaban las autoridades a los cientos de extranjeros atrapados en los puestos fronterizo.

Se han habilitado puntos temporales de asistencia voluntaria para proporcionar alimentos a los estudiantes extranjeros y atender otras necesidades humanitarias. Lo primero que hicieron los ecuatorianos es la de unirse a través de cadenas de chat por redes sociales y mantener un contacto entre todos, con el fin de organizarse para el conocimiento de las autoridades ecuatorianas de cancillería.

Es el caso de Joao Estrella y Joel Gallo, quienes salieron de una ciudad al este de Ucrania al ver que se iniciaron los combates; ellos salieron de su residencia y contrataron un taxi con los pocos recursos de los que disponían para que los acerque a la frontera con Moldavia a unos 200kms al sur, pero a 10 kms antes de llegar tuvieron que hacerlo a pie, pues las filas de retenciones de autos eran de kilómetros.

Joao cuenta que luego de una agotadora caminata, en el puesto de migración les retuvieron el pasaporte en vista de que estaban caducadas las visas. Tras varias horas las autoridades los multaron con 5000 grivnas (175 dólares) y pasaron a Moldavia.

Joel Estrella un quiteño que estudiaba hace 2 años en Ucrania, cuenta que al cruzar a  Moldavia una policía les pregunto hacia donde se dirigían y al ver su confusión amablemente les obsequio un chip de la telefonía de su país, a que mantengan comunicación con sus familiares y amigos; además la policía les facilitó un transporte a Chisináu la capital del país. Allí tomaron otro transporte hacia la frontera con Rumania y tras el paso migratorio lograron luego de 24 horas de travesía llegar a Sali, donde esperaban un vuelo hacia Polonia.

La cancillería ecuatoriana ha informado de que unos 300 compatriotas ya se encuentran en Varsovia, a la espera de reagrupar a la mayor cantidad de ellos y regresarlos a casa en un vuelo chárter.