Luego de cinco días de asumir la presidencia de EE.UU., Donald Trump, cumple con sus promesas de campaña y firmó la orden ejecutiva para construir un muro con México. El republicano también identificó y señaló a las ciudades santuarios y Estados donde los gobernadores y alcaldes han rechazado detener a inmigrantes ilegales para ser deportados para recortarles sus fondos federales. Durante su visita al Departamento de Seguridad Nacional en Washington, Trump ordenó redirigir los fondos federales para la construcción del muro señalando su acción como vital para poder controlar el flujo migratorio hacia EE.UU.. Según los diarios The Washington Post y The New York Times su gobierno se centrará en los indocumentados, aunque aún no está claro el panorama de los ‘soñadores’ (dreamers) que son hispanos que llegaron aún siendo niños a la nación. Estados Unidos y México ya tienen una franja divisoria física de casi 1.100 kilómetros. No obstante, para el diario El País de España esta medida marca el inicio de una era hostil: “Un tiempo donde la estabilidad y años de buena vecindad dejan de importar y que, de momento, tiene un claro perdedor: México”. De acuerdo con The Washington Post, el ataque a la inmigración de Trump es ampliamente visto dentro de la Casa Blanca como una victoria para el ala populista que incluye el estratega Stephen K. Bannon, el candidato a fiscal general Jeff Sessions y el asesor de política Stephen Miller. No obstante, hasta ayer, aún estaban en curso preguntas sobre qué tan lejos seguir en algunas políticas, en particular el programa Acción Diferida para los llegados en la infancia, denominado DACA y conocido como los ‘dreamers’ (soñadores). La iniciativa del expresidente Barack Obama, que desde 2012 proporcionó protección temporal de la deportación a cientos de miles de personas que llegaron a Estados Unidos como niños, peligra, ya que durante la campaña Trump juró trabajar para revertirla. The New York Times publicó que además del muro, Trump planea poner fin a un programa vigente desde hace décadas que da refugio a las personas más vulnerables alrededor del mundo. Los cambios permitirían al nuevo gobierno disminuir drásticamente la cantidad de desplazados que pueden ser acogidos en territorio estadounidense y prohibiría - durante 30 días- la entrada de personas de países musulmanes -incluidos Afganistán, Irak, Somalia y Siria-, en línea con la promesa electoral del republicano de instaurar un veto a la migración de gente que profesa esa religión. Las ciudades santuarios En Estados Unidos la aplicación de la inmigración es una responsabilidad federal. Aunque no hay una definición oficial de ‘santuario’, generalmente se refiere a las reglas que restringen a los gobiernos estatales y locales de alertar a las autoridades federales sobre las personas que pueden estar en el país ilegalmente. Según un análisis de los registros de Immigration and Customs Enforcement (ICE) por el Texas Tribune, ICE identificó al menos 165 ciudades y condados que tenían políticas específicas que limitaban la cooperación en la aplicación de la ley de inmigración. Los investigadores de ambos lados de la cuestión de la inmigración han encontrado más de 300 jurisdicciones locales que tienen tales políticas. El diario The Washington Post destacó a grandes ciudades como San Francisco, Chicago, Nueva York, Baltimore y Boston como urbes santuario. El ICE puede emitir una “captura de inmigración”, una solicitud para ser notificado cuando un extranjero convicto de un crimen está siendo liberado de una agencia estatal o local de aplicación de la ley. Esto significa que ICE puede tomar la custodia de esas personas cuando son liberadas y averiguar si están sujetas a deportación. El presidente de México, Enrique Peña Nieto, viajará la próxima semana a Washington para reunirse con su homólogo. El gobierno mexicano afirmó que no pagaría por el muro fronterizo de Trump, a pesar de que el republicano mencionó que la nación latinoamericana proporciona el financiamiento. Los mexicanos rechazan la visita de su Jefe de Estado a Washington. Los republicanos de la Cámara efectuaron el plan de financiamiento del muro que costará más de $ 20.000 millones. Los expertos consultados por Post dicen que este proyecto enfrentará numerosos obstáculos, como problemas ambientales, de ingeniería, de construcción y peleas con ganaderos y otros habitantes que se resistirían a renunciar a sus tierras. (I) ----------------------------- La eliminación del Nafta, en la mira de EE.UU. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, retiró el pasado lunes a su país del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), con la firma de una orden ejecutiva. Pero existe otro tratado multilateral que, según él, debe ser renegociado o eliminado: el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan), en inglés North American Free Trade Agreement (Nafta). El Tlcan es un acuerdo comercial firmado en 1992 por EE.UU., México y Canadá. Desde que entró en vigencia en 1994, los tres países socios disminuyeron las barreras aduaneras y eliminaron restricciones para la inversión en sus territorios. El acuerdo incrementó en el 265% la actividad comercial entre los tres países. Sin embargo, Trump afirmó que el acuerdo afectó la tasa de empleo en su país. El Nafta es la principal fuente indirecta de combustible para México. Según cifras oficiales, solo entre enero y octubre del 2016, el país importó $ 7.600 millones en combustible proveniente de EE.UU. Este 31 de enero, el presidente mexicano Enrique Peña Nieto visitará la Casa Blanca por invitación de Trump. En este encuentro, discutirán las propuestas del mandatario norteamericano para la renegociación del acuerdo comercial. Por su parte, el gobierno de Canadá dejó claro que renegociará el acuerdo sin México. “Queremos a nuestros amigos mexicanos, pero nuestros intereses nacionales van primero y la amistad después”, informaron fuentes del gobierno. (I)