El joven cubano Elián González recordó la figura de Fidel Castro y el protagonismo del líder en la lucha por su regreso a la isla cuando era pequeño, en una entrevista transmitida esta sábado por la televisión nacional cubana. Elián fue secuestrado en 1999, con apenas seis años, por contrarrevolucionarios en Miami con el apoyo de familiares lejanos, y regresó a Cuba en el 2000, tras siete meses de una intensa lucha judicial y política, en la que el Comandante en Jefe Fidel Castro jugó un papel fundamental. En referencia a su primer intercambio con Fidel a la edad de seis años, el joven matancero afirmó que sintió cierta incertidumbre por conocer al amigo que, según le decía su padre, había hecho posible que estuvieran juntos otra vez. Según González, el encuentro ocurrió cuando terminaba el primer grado, momento en el cual Fidel le obsequió un libro de La Edad de Oro, una caja de bombones, e hizo una broma al respecto, y de esta forma ganó su confianza. En referencia a la grandeza de la figura del líder histórico de la Revolución cubana, el joven cubano comentó que quedó muy impresionado con su estatura gigante, su barba blanca y traje verde. Asimismo González refirió que Fidel comenzó siendo "un padre" para él, hasta convertirse en un amigo, a quien le mostraba todos sus logros y quería hacer sentir orgulloso. "Son muchas las cosas que me quedaron por mostrarle", exclamó visiblemente emocionado. Otro de los momentos que Elián recuerda junto al Comandante en Jefe fue su graduación de sexto grado cuando Fidel declara públicamente que se consideraba su amigo, momento que describe como un honor extraordinario y un compromiso muy grande. "Fidel es el amigo de todos, el que se preocupa por el más débil, el desamparado, el que tiene menos posibilidades", concluyó González. El líder histórico de la Revolución cubana falleció este viernes 25 de noviembre y, según informó la comisión organizadora del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, el Estado y el Gobierno para sus honras fúnebres, la inhumación tendrá lugar en el cementerio Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba, el 4 de diciembre. (I)