Los restaurantes cierran sus puertas para apoyar a sus empleados
Washington sintió los estragos de la convocatoria 'Un día sin inmigrante'
Los restaurantes más conocidos de Washington, capital estadounidense, mantuvieron ayer cerradas sus puertas. La medida fue en solidaridad con una campaña nacional denominada ‘Un día sin inmigrante’ que busca concienciar sobre la contribución de esta comunidad y que rechaza el veto migratorio del presidente Donald Trump.
‘Un día sin inmigrante’, exhortó a todos los extranjeros a: no trabajar, no abrir sus negocios, no comer en restaurantes, no ir a tiendas e incluso a no llevar a sus hijos a la escuela para así demostrar la importancia de su labor y de su poder adquisitivo para la economía estadounidense. Actualmente hay 26,3 millones de personas nacidas en otros países que trabajan en Estados Unidos y que representan el 16,7 % de su fuerza laboral.
La convocatoria, que se promovió en redes sociales y aplicaciones de mensajería, bajo la etiqueta #DayWithoutImmigrants (un día sin inmigrante) fue dirigida a todos los extranjeros de cualquier estatus legal; indocumentados, residentes e incluso turistas.
El diario The Washington Post indicó que activistas y grupos en ciudades de todo el país respondieron al llamado, en algunos casos incluso organizando manifestaciones para coincidir con el cierre de actividades. Los convocados señalaron que no sabían cómo empezó la campaña, si había una organización nacional detrás de esta, o cuánta gente haría caso a la movilización. No obstante, la respuesta fue positiva e inmediata.
José Andrés, el chef español que está inmiscuido en un caso legal con el presidente de EE.UU., dijo que sus restaurantes Zaytinya, Oyamel y Jaleo estarían cerrados. En 2015, después de que Trump hizo comentarios negativos sobre los mexicanos, Andrés se retractó de un acuerdo para abrir un restaurante en el nuevo hotel del mandatario ubicado cerca de la Casa Blanca y terminaron demandándose mutuamente.
Andy Shallal, oriundo de Irak, dijo que su cadena de restaurantes Busboys and Poets también cerró sus puertas e hizo notar que es parte de un grupo de más de 40 millones de personas que llegó a Estados Unidos desde otro país. Su hija, Laela Shallal, encargada de la mercadotecnia y finanzas de la empresa, indicó que los empleados podían elegir entre usar un descanso con paga o ir a los restaurantes solo para ayudar a organizar.
Otros restaurantes anunciaron que limitarán sus servicios, ya que permitieron que sus trabajadores inmigrantes acudieran a las protestas; algunos incluso harán las donaciones del 10% de sus ventas a una fundación en Illinois que ayuda a los refugiados.
Por su parte, Josh Phillips, dueño de ‘Espita Mezcalería’ en Washington, hará otro tipo de campaña pues en cada uno de sus alimentos traerá la frase ‘Esta comida fue posible gracias a los inmigrantes’.
Las peluquerías, lavadoras de autos y tiendas en New York y la cadena de supermercados ‘Rancho’ en Dallas también cerraron sus puertas. En algunos de los establecimientos había una nota dirigida a su clientela.
En Chicago, la sexta zona metropolitana estadounidense por su número de inmigrantes sin documentos (600.000 - de acuerdo con el Pew Research Center-), la actividad principal fue un mitin en el Union Park. Filadelfia, Washington, Boston, Houston y Nueva York, también efectuaron manifestaciones.
El grupo de defensa de migrantes, Cosecha, también tiene planeado ‘Un día sin inmigrante’ para el 1 de mayo. María Fernanda Cabello dijo que el jueves 16 de febrero - ayer- solo fue una prueba.
Aunque no hay un vocero oficial de la convocatoria, ni de las marchas, en las redes sociales se pueden encontrar videos, imágenes y muestras de apoyo a la medida bajo la etiqueta #DayWithoutImmigrants (un día sin inmigrante). Los extranjeros piden que se detengan las deportaciones de Trump.
Ayer, el presidente estadounidense anunció en una rueda de prensa que la próxima semana emitirá un nuevo decreto para bloquear el ingreso de inmigrantes y refugiados al país, después de que una orden similar firmada hace tres semanas fue suspendida por la justicia.
El decreto suspendido cerraba las puertas a inmigrantes y refugiados de siete países; Irak, Siria, Sudán, Irán, Libia, Somalia y Yemen. (I)
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Trump asegura que heredó un desastre de Obama
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, efectuó ayer una rueda de prensa en la que atacó a los medios de comunicación, la comunidad de inteligencia y a sus detractores. El republicano se defendió afirmando que había “heredado un desastre” de la antigua administración de Barack Obama.
“Para ser honesto he heredado un lío...Es un desastre. Acá y en el extranjero...”.
Sin embargo, minutos después el mandatario reconoció los informes generalizados de turbulencias y disturbios que emanan el Ala Oeste y afirmó que su Casa Blanca - afectada por las luchas internas del personal, una polémica prohibición de viajar, declaraciones falsas - funciona a la perfección.
“Enciendo la televisión, abro los periódicos y veo historias de caos”. Sin embargo es exactamente lo contrario. Esta administración se está ejecutando como una máquina bien afinada, a pesar de que no puedo conseguir que mi Gabinete sea aprobado “.
Ayer, el secretario de Trabajo, Andrew Puzder, se retiró por falta de apoyos, por lo que Trump asignó a Alexander Acosta, abogado cubanoamericano, para ocupar el cargo. Este es el segundo cambio de su gabinete, a pesar de que el gobierno republicano aún no cumple ni un mes en funciones. (I)