Vivió en cautiverio durante la dictadura
“Wado”, el gran impulso en la estrategia camporista
“Wado” comienza a ser una referencia habitual en los acalorados debates de la politizada sociedad argentina. “Wado” es nada menos que el secretario general de la Presidencia, Eduardo “Wado” De Pedro, uno de los hombres más cercanos a la mandataria Cristina Fernández de Kirchner y a su hijo y fundador de La Cámpora, el ala juvenil “kirchnerista”, Máximo Kirchner. Y tiene “apenas” 38 años.
Su influencia comienza a ser tan fuerte que muchos lo ven como prenda de negociación en el intento del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, de limar asperezas con el “cristinismo duro”. Scioli sueña con sellar un acuerdo con La Cámpora que le permita vencer en las primarias obligatorias del 9 de agosto y aglutinar a todas las fuerzas del “kirchnerismo” detrás de su candidatura presidencial, dada como un hecho ya que lidera las encuestas por amplio margen en el oficialista Frente para la Victoria.
“Wado”, dijeron fuentes partidarias, fue tanteado para acompañar a Scioli en una hipotética fórmula como postulante a la Vicepresidencia, pero lo rechazó. Para él, vicepresidente es un cargo desde donde no se puede jugar en las grandes ligas de la política argentina. Pero sus compañeros no tiran la toalla.
Pero, ¿quién es “Wado” De Pedro? Muy pocos lo han escuchado hablar. Fanático de San Lorenzo como el papa Francisco, abogado, con masterado en políticas públicas, desde siempre ha cultivado un perfil bajo. ¿La razón? Su tartamudez.
Cuando era diputado –hasta antes de asumir en el gobierno-, el conservador diario La Nación escribió que “el problema de Wado es que tiene dificultades para hablar en público”. Mucho menos sutil fue el periodista opositor Fernando Bravo, de Radio Continental: “Prefiero leerlo antes que escucharlo”. Otros colegas eligieron burlarse en las redes sociales cuando estuvo invitado en un programa de TV.
Pero él prefiere reírse de su disfluencia en el habla. Tanto que bautizó a sus cuentas de Facebook y Twitter como “Wadodecorrido”. En un acto transmitido por televisión y conectado por teleconferencia con la jefa de Estado, se excusó: “Quiero pedirle autorización para romper con el protocolo porque yo tendría un minuto 15 para hablar. Si no me sale de corrido, quiero extenderme un poquitito más”. La Mandataria respondió con aplausos. Poco después el periodista opositor Jorge Lanata lo acusó de enriquecimiento ilícito. “Wado” publicó una carta donde detalló el origen de sus bienes.
De Pedro nació el 11 de noviembre de 1976, meses después del golpe militar. Su padre, Enrique De Pedro, era guerrillero montonero y fue asesinado. Su madre, Lucía Révora, fue secuestrada en su casa del barrio porteño de Floresta sigue detenida-desaparecida. “Wado” tenía dos años y estaba con ella cuando se la llevaron en medio de un tiroteo. Su madre lo protegió colocándolo dentro de la bañera para que no le alcanzaran las balas. Cuando el operativo terminó, lo dejaron con los vecinos, pero a las pocas horas volvieron a buscarlo. Vivió en cautiverio tres meses –nadie sabe dónde ni con quién- hasta que la familia de su madre, gracias a unos “contactos” militares, logró recuperarlo. Fue criado desde entonces por su tía, Estela, que vivía en la localidad bonaerense de Mercedes.
Tras pasar su niñez en esa ciudad, “Wado” comenzó a militar en los años 90 en la Universidad de Buenos Aires en un movimiento llamado “Necesidades Básicas Insatisfechas” (NBI) y en la agrupación HIJOS (de desaparecidos). Con 25 años, tuvo activa participación en las protestas populares del 20 y 21 de diciembre de 2001 que terminaron con 20 muertos y la salida del presidente Fernando de la Rúa. En aquel entonces fue detenido y torturado por la policía.
Se acercó a Néstor Kirchner tras su asunción a la Presidencia en el 2003. Y tres años después fue uno de los fundadores de La Cámpora. En el 2009 fue designado vicepresidente de la recién reestatizada Aerolíneas Argentinas y en el 2011 electo diputado nacional. En el 2014 fue elegido vicepresidente del consejo nacional del partido Justicialista (peronista) y el 26 de febrero último saltó a la secretaría general de la Presidencia.
Con su influencia política, La Cámpora eligió el pragmatismo. Hasta hace poco, la agrupación prefería perder el poder antes que apoyar a Scioli, un “kirchnerista ligth” al que acusan de “neoliberal” por sus posturas medidas, su origen “menemista” (llegó a la política con el expresidente Carlos Menem) y su diálogo con el empresariado y el opositor grupo mediático Clarín.
Pero todo cambió. “Wado” es hoy el gran impulsor de un giro en la estrategia “camporista” de cara a las elecciones presidenciales de octubre próximo. El plan es “rodear” al Scioli candidato y llevar a un Kirchner –Máximo o Cristina- a la Cámara de Diputados para que presida el cuerpo legislativo.
“Wado”, mientras tanto, no aparece mucho en público y sus visitas a programas de televisión –en especial de la TV Pública- son escasas. Cultiva un perfil bajo. Sabe que el discurso público no es su fuerte. Pero su palabra resuena cada vez con más ímpetu en la Casa Rosada. “Es la síntesis de la memoria, la lucha y el futuro”, resumió el diputado oficialista Héctor Recalde. (I)