Vituperios más o menos solapados marcaron el debate entre los dos candidatos a la presidencia de Guatemala, Jimmy Morales (Frente de Convergencia Nacional-Nación, FCN-Nación) y Sandra Torres (Unidad Nacional por la Esperanza, UNE).

Las acusaciones de uno a otro durante el encuentro de la noche del miércoles, organizado por la Asociación de Gerentes de Guatemala, giraron en torno a la presunta improvisación en materia política del humorista, a su vínculo con exmilitares; así como al pasado de la exprimera dama (2008-2012), eventualmente ligada a actos de corrupción.

Lejos de defender propuestas concretas, con vistas a captar el voto de los electores, los aspirantes a guiar a los destinos de este país en el período 2016-2020 más bien dejaron claro la divergencia de opiniones y alentaron los recelos de los potenciales votantes.

Torres, de 60 años de edad, pidió sin medias tintas a la población votar por una propuesta pragmática, con un equipo preparado, y no por una improvisación sin plan de Gobierno.

De igual modo acusó al representante del FCN-Nación de aceptar dineros para su campaña proselitista de exmilitares amigos de los principales implicados en el caso de defraudación aduanera La Línea, por el cual son juzgados el exgobernante Otto Pérez Molina y la exvicepresidenta Roxana Baldetti.

Algunos de esos militares que están detrás de Morales son investigados por el Tribunal Supremo Electoral, aseveró la licenciada en Ciencias de la Comunicación y máster en Políticas Públicas, e instó a su rival a aclarar esa y otras situaciones.

Mientras, el humorista de 46 años de edad recurrió a la sensibilización de los receptores al mostrar solidaridad con las víctimas del deslave de tierra que destruyó el caserío El Cambray II, en el departamento capitalino, y dejó unos 280 muertos y cerca de 70 personas desaparecidas.

Defendió su programa de gobierno so pretexto de estar consensuado con diversos sectores del país e insistió en que Torres es parte de la vieja política y de un partido que ya tuvo la oportunidad de hacer realidad todas sus propuestas durante el mandato de Álvaro Colom (2008-2012).

Al mismo tiempo admitió la presencia de exmilitares en su organización y alegó que tanto estos como los civiles tienen derecho a participar en política según los cánones de la democracia. (I)