Visita de delegación de EE.UU. ocasiona protestas en Egipto
Miles de egipcios rechazaron ayer la visita de la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, y acusaron a Washington de emplear una política “hipócrita y oportunista” por su declarado apoyo al presidente islamista Mohamed Morsy.
En el segundo y último día de estancia de Clinton en Egipto, grupos laicos, liberales y de izquierda volvieron a concentrarse en inmediaciones de la sede del Ministerio de Defensa, mientras la diplomática se reunía con el jefe de la Junta Militar.
“Mensaje para Clinton: Egipto nunca será Pakistán”, “Usted no es bienvenida en Egipto” y “América, apoya la libertad, no la teocracia”, fueron algunas de las consignas coreadas por manifestantes o escritas en pancartas que fueron alzadas para expresar repudio a su presencia.
“Compensación para las víctimas de las torturas estadounidenses en Guantánamo”, se leía en otro cartel movido por activistas que acompañaban a un ex prisionero en silla de ruedas en el centro cairota.
Mucho antes de que la visitante norteamericana revelara ayer un plan del gobierno de Barack Obama para conceder 250 millones de dólares en garantía de préstamo para pequeños y medianos empresarios, activistas urgieron a la Casa Blanca a dejar de practicar la diplomacia del dólar.
Clinton también prometió un fondo empresarial egipcio-estadounidense de unos 60 millones de dólares en capital para “apoyar a Egipto a estabilizar su economía y usar el alivio de la deuda con Estados Unidos para impulsar la innovación, el crecimiento y la creación de empleos”.
“Obama, no envíes dólares a los jihadistas (islamistas partidarios de la guerra santa)”, rezaba otra valla que también se repitió este domingo durante el encuentro de Clinton con el jefe del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA), Mohamed Hussein Tantawi.
Entre los que se concentraron fuera del hotel donde se hospedó Clinton, hubo ciudadanos que fustigaron el supuesto apoyo estadounidense alegando que ni musulmanes ni cristianos tienen derechos ni viven en verdadera democracia en este país.
Asimismo, acusaron a Estados Unidos de recurrir a tácticas para “mantener su dominio y garantizar protección a Israel, su verdadero aliado”, con el que Egipto firmó en 1979 el tratado de paz de Camp David que le aseguró al país árabe una abultada ayuda millonaria anual.
Igualmente, denunciaron que el viaje de la funcionaria estadounidense tuvo como fin condicionar la asistencia de 1,5 mil millones de dólares que anualmente Washington da a El Cairo a una transición democrática que satisfaga a Occidente.
Un analista entrevistado por un diario local subrayó que “los problemas de los egipcios son el último punto de la agenda de Clinton” e ironizó con la aseveración de la funcionaria: “Estoy aquí para ayudar al pueblo egipcio a determinar su propio futuro”.
Tal como expresó a Morsy, Clinton urgió hoy a Tantawi, quien actuó como jefe de Estado de facto tras la renuncia de Hosni Mubarak en 2011, a hallar la vía para solucionar la crisis imperante aquí entre el presidente y los militares, que tienen el poder legislativo.