Un edificio de la sede de los servicios de seguridad estaba en llamas ayer en Por Said, una ciudad del nordeste de Egipto, en la que se viven disturbios desde hace semanas y en la noche del domingo se registraron seis muertos, tres eran policías.  

El incendio, que comenzó en la planta baja de la sede de la seguridad, produjo columnas de humo que se dirigían al cielo, mientras continuaban los disturbios en las calles que rodean el edificio.

Las tensiones en la ciudad, relacionadas con un juicio por unos mortíferos enfrentamientos ocurridos después de un partido de fútbol en 2012, se añaden a un clima político y social difícil en el país, especialmente en El Cairo donde se produjeron nuevos incidentes cerca de la plaza Tahrir.

Miles de personas participaron ayer en los funerales de  las tres víctimas civiles que dejó la violencia, en la noche del domingo, en Port Said. El cortejo coreó consignas hostiles contra las autoridades y el presidente islamita, Mohamed Mursi.

Durante una visita el domingo a Egipto, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, se entrevistó con el presidente Mursi y pidió al país que se esfuerce en calmar la tensión política y enderezar la situación económica.