Indignación en Estados Unidos por el veredicto de caso Brown (Galería)
Las protestas no se registraron solo en Ferguson (Missouri). La decisión de no procesar a un policía que mató al joven Michael Brown causó indignación en miles de estadounidenses que salieron a las calles a lo largo del país, desde Seattle hasta Nueva York pasando por Chicago y Los Ángeles.
En Nueva York, cientos de manifestantes se reunieron en Times Square portando carteles negros con letras blancas en los que se podía leer "el racismo mata", "no permaneceremos callados" y "Si no hay justicia, no hay paz".
Un helicóptero policial sobrevoló la célebre plaza y el jefe de la policía de Nueva York, Bill Bratton, que supervisaba a sus hombres en el lugar, fue agredido por un manifestante que le arrojó un líquido rojo.
También en Nueva York otro grupo se congregó en Union Square, sur de Manhattan y una tercera concentración se realizó en Harlem, un barrio enclave de la comunidad negra, donde se colocó una pancarta reclamando "Justicia para Michael Brown", el joven muerto por 6 disparos de un policía el 18 de agosto durante un polémico arresto.
En Washington cientos de personas protestaron ante la Casa Blanca, al grito de "¡Manos arriba, no me dispare!", convertido en un rabioso eslogan de las manifestaciones convocadas por múltiples organizaciones para expresar descontento por la decisión de un jurado de no procesar al policía Darren Wilson.
Incidentes menores fueron registrados en Boston, Filadelfia, Denver, Seattle, Chicago y Salt Lake City, sin que se reportaran lesionados graves.
En Oakland (California, oeste) unas 2 mil personas bloquearon una autopista informó la cadena de televisión CBS.
En Los Ángeles, la policía impidió el corte de las principales autopistas. Un grupo intentó bloquear un concurrido cruce de calles en Beverly Hills con pancartas, una de las cuales afirmaba: "La resistencia se justifica, de Ferguson a Gaza".
El presidente Barack Obama y la familia de Michael Brown llamaron a mantener la calma frente a la controvertida decisión del jurado que concluyó no había elementos suficientes para lleva a juicio al policía, quien alegó haber actuado en defensa propia, aunque Brown iba desarmado y según testigos tenía las manos en alto.
"Estamos profundamente decepcionados de que el asesino de nuestro hijo no deba enfrentar las consecuencias de sus actos", dijo la familia de Brown en un comunicado, en el que pidió "respetuosamente que las manifestaciones permanezcan pacíficas".
Violencia en Ferguson
Pero el epicentro de estas protestas, que según algunos manifestantes buscaban denunciar que "el racismo mata", fue Ferguson, un suburbio de unos 21 mil habitantes, que ha vivido en un clima de casi continua exaltación desde que ocurrió la muerte de Brown el 9 de agosto.
Inmediatamente se conoció el veredicto, cientos de manifestantes en Ferguson comenzaron a lanzar objetos contra las fuerzas del orden, gritando "no hay justicia, no hay paz".
La policía señaló que además de los disparos en su contra, se reportó el lanzamiento de un cóctel molotov y el incendio de una patrulla.
La determinación provocó saqueos de comercio, el incendio de 12 edificios y cientos de disparos contra los agentes. Unos 29 manifestantes fueron detenidos.
El gobernador de Missouri, Jay Nixon, ordenó la movilización de las fuerzas de la Guardia Nacional para restaurar el orden.
Controvertido fallo
Al término de las audiencias los miembros del jurado -9 blancos y 3 negros- determinaron "que no había razones suficientes para seguir adelante un proceso" y calificaron el hecho de un "acto de uso legítimo de la fuerza y legítima defensa".
En total los jueces escucharon 70 horas de testimonio de unas 60 personas, examinaron cientos de fotografías, y escucharon a 3 médicos forenses.
El episodio que desencadenó la muerte de Brown ocurrió el 9 de agosto, pocos minutos después de la denuncia del robo a una pequeño comercio. Wilson que hacía un recorrido habitual en su patrulla, consideró sospechoso a Brown, que caminaba con un amigo por la mitad de la calle, y atravesó su auto para obligarlos a detenerse.
Brown, que por su estatura era llamado como "gigante tierno" por sus compañeros de liceo, se paró frente a la ventanilla de la patrulla aunque luego siguió caminando.
Desde el auto, el policía hizo los primeros 2 disparos, y luego bajó para perseguir a Brown que siguió de largo. El policía hizo otros entonces otros 10 disparos.
Algunos testigos dijeron que Brown puso los brazos en alto, aunque el jurado escuchó otros testimonios que aseguraban que tenía sus manos pegadas al cuerpo cuando cayó abatido.
Tras ser baleado, el cuerpo de Brown permaneció tirado en la calle por varias horas, un hecho visto por los manifestantes como un signo de desprecio de las fuerzas del orden por la población negra.