Tunez/Sudán.-

Miles de musulmanes salieron ayer a las calles de distintos países del Medio Oriente para protestar contra un vídeo  de una película burlesca sobre la vida del profeta Mahoma divulgada por Internet, cuya autoría se desconoce, e incluso su existencia real ha sido puesta en duda. 

En la jornada de ayer los ataques incluso llegaron a las legaciones de Reino Unido y Alemania, en Sudán, y saldaron con siete muertos en asaltos a embajadas de Estados Unidos en Túnez, Sudán, Líbano y Egipto. El objetivo de este nuevo “viernes de la ira” ha sido las embajadas de Estados Unidos repartidas por países de extremo Oriente, Asia Central, Oriente Medio y África.

Los sucesos más cruentos se produjeron en Sudán, donde fallecieron tres personas, y en la ciudad septentrional libanesa de Trípoli, donde una persona más perdió la vida en una protesta en la que resultó incendiado un restaurante norteamericano. 

Los incidentes también fueron especialmente graves en Túnez, donde un grupo de islamistas radicales intentó asaltar la sede diplomática y se enfrentó a las Fuerzas de Seguridad, que los repelió con disparos y gases lacrimógenos. Dos manifestantes murieron.

En tanto, en El Cairo, Egipto, la situación se desbordó y un joven falleció en las protestas. Horas antes, y también tras la oración comunitaria de los viernes, decenas de iracundos musulmanes se concentraron frente a la embajada norteamericana en Yakarta al grito de “muerte a Estados Unidos”.

Todas estas revueltas han sido provocadas por la película “La inocencia de los musulmanes”, una cinta que denigra el islam y al profeta Mahoma. Las provocativas imágenes, que duran 14 minutos, circulan desde el miércoles en Internet como el avance de un supuesto filme que nadie ha visto y sobre el cual hay una serie de dudas.  

Las autoridades federales de Estados Unidos dijeron ayer haber  identificado a un cristiano copto del sur de California, que está en libertad bajo palabra condenado por delitos financieros, como el principal responsable de la película antimusulmana. Se trata de que Nakoula Basseley Nakoula, de 55 años, quien se hace llamar Sam Bacile.

En un principio Bacile dijo que era judío e israelí, aunque las autoridades israelíes afirmaron no tener registro sobre un ciudadano con ese nombre. Asimismo, un grupo de actores estadounidenses que aparecen en la película emitieron una declaración conjunta en la que dijeron que fueron engañados sobre el proyecto y sostuvieron que parte del diálogo fue doblado incorrectamente en la postproducción. Una de las actrices, Cindy García, dijo a KERO-TV en Bakersfield que el filme se titulaba originalmente "Guerreros del desierto" y no contenía referencias ofensivas al islam.