Buenos Aires.-

La justicia argentina condenó ayer al ex dictador Jorge Rafael Videla a 50 años de cárcel por el robo de bebés dentro de un plan sistemático ejecutado durante la última dictadura militar en Argentina (1976-1983).

Considerado un proceso “emblemático”, el juicio comenzó por una denuncia de Abuelas de Plaza de Mayo por “sustracción, retención, ocultación y sustitución de identidad de menores de diez años” y abarca una treintena de casos.

La sentencia fue dictada por un tribunal oral de la capital, que desde febrero de 2011 llevó adelante un juicio contra Videla, ex presidente de facto; el ex general Reynaldo Bignone y otros nueve acusados por el robo de 34 bebés nacidos de mujeres cautivas entre 1976-1983.

“Hemos presentado pruebas que demuestran que apropiarse de los niños nacidos en el cautiverio de sus madres fue una decisión de los represores”, dijo  Estela de Carlotto, presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, tras celebrar el veredicto.

Unos 500 niños fueron robados por militares, policías o allegados durante la dictadura, según la entidad humanitaria Abuelas de Plaza de Mayo, cuya labor ha permitido que 105 de ellos hayan recuperado su identidad.

El juicio alcanza a 35 hechos de apropiación de niños, hijos de mujeres que, en su mayoría, dieron a luz en los centros clandestinos de detención de la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), la guarnición militar de Campo de Mayo y el denominado Pozo de Banfield, en la periferia de la capital argentina.

Entre estos casos está el de Macarena, la nieta del poeta argentino Juan Gelman, que fue localizada en Uruguay, donde nació mientras su madre estaba detenida, en el año 2000.

Videla fue el primero de los cuatro presidentes del régimen y ya fue condenado a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad, al igual que Bignone, ex general en el gobierno de facto.