Víctimas de pederastia esperan que el Papa enmiende errores
El papa Francisco, decidido a reparar sus “graves” errores de apreciación en los casos de abusos sexuales en la Iglesia de Chile, se reunió por separado en el Vaticano con tres víctimas, que este 2 de mayo revelarían detalles.
Los tres afectados fueron invitados al Vaticano después de que el Papa puso en dudas las denuncias contra el cura Fernando Karadima, acusado de abusos sexuales, y en particular contra uno de sus asistentes, durante su viaje en enero a Chile, lo que generó una oleada de indignación y protestas.
Hospedados desde el viernes pasado en la Casa Santa Marta, la residencia del papa dentro del Vaticano, los tres hombres que fueron víctimas (de niños) del cura Fernando Karadima, mantuvieron conversaciones de más de dos horas con Francisco, primero por separado y luego juntos.
La imagen de los tres mientras asistían desde un lugar privilegiado al Ángelus dominical en la plaza de San Pedro, instalados con sus familias en un balcón del palacio apostólico, reflejaba la voluntad del Pontífice de luchar contra ese fenómeno que causó la mayor crisis de la Iglesia chilena.
Cinco años después de ser elegido al trono de Pedro, la pedofilia aún es una espina clavada en el pontificado de Francisco y uno de los problemas más graves que tiene que encarar, sobre todo ahora que será juzgado por primera vez un cardenal, el australiano George Pell, de 76 años, por cargos de agresión sexual.
La conmoción y esperanzas
El Vaticano adelantó que no emitiría comunicados sobre los encuentros con Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo, porque “su prioridad es escuchar a las víctimas, pedirles perdón y respetar confidencialidad”.
Sin embargo, los tres chilenos manifestaron con tuits su conmoción y esperanzas.
Pese a esos gestos, las asociaciones de víctimas de abusos consideran que la jerarquía de la Iglesia católica no hace todo lo posible para impedir que sacerdotes abusen sexualmente de menores de edad en el mundo. (I)