Menos de 10 días les restan a los peruanos para depositar su voto en la primera vuelta de unas presidenciales caracterizadas por lo inesperado. De los 19 candidatos inscritos en enero pasado, solo 11 figurarán en la papeleta el próximo domingo 10 de abril.

La salida de 8 candidatos estuvo acompañada por una serie de justificaciones: falta al reglamento para la inscripción de candidaturas, entrega de regalos y dinero a los votantes, deserción frente al poco respaldo popular, y hasta el anuncio de que este sería un proceso viciado por la parcialidad de las autoridades electorales.

Los casos de César Acuña y Julio Guzmán fueron los más sonados en esta trama. No solo porque el respaldo popular los había ubicado como opciones latentes para hacerse con la presidencia –Guzmán fue sacado de carrera estando segundo en las preferencias electorales–, sino también porque ante su ausencia, los porcentajes de respaldo fueron vistos como ‘votos migrantes’ hacia otros aspirantes.

La estrategia para ‘pescar’ esos porcentajes de respaldo fue inmediata. Una semana después de que se ratificara la salida de estos dos candidatos, el panorama electoral había cambiado por completo. Las figuras de Verónika Mendoza y Alfredo Barnechea, izquierda y centroizquierda, respectivamente, habían captado los ‘votos migrantes’ con mayor amplitud que figuras conocidas, como los expresidentes Alan García y Alejandro Toledo.

Para el politólogo Carlos Ticona, el fortalecimiento de estas candidaturas empata con el rechazo de gran parte del electorado a las antiguas figuras de la política nacional. “No es extraño que aspirantes que inician la campaña con menos del 1% de respaldo aparezcan ahora peleando su paso a la segunda vuelta. Habla de una cantidad amplia de población que responde a ofertas de cambio, ya no solo en lo pragmático, sino en lo representativo, nuevas figuras, nuevas expectativas”.

El peso del respaldo hacia Mendoza y Barnechea parece sostenerse, en gran parte, precisamente en los múltiples enfoques que la representación popular ve en ellos. La campaña política se ha configurado, desde finales de los 80 en Perú, como un escenario donde todo el mundo expone los errores de sus adversarios. La corrupción, la impunidad, la falta y la mentira son elementos conductores de este comportamiento. Mendoza y Barnechea han tenido como principal carta de presentación la distancia simbólica con esos vicios del poder.

“El discurso de esos candidatos se ha apropiado de la palabra ‘alternativa’, por ejemplo, para diferenciarse de los demás. Cuando inició este proceso, los peruanos pensábamos que tendríamos que elegir, de nuevo, entre el candidato menos peor. Pero parece que Mendoza y Barnechea capitalizaron la idea de una opción diferente, poco común en medio de un ambiente político caracterizado por el interés personal y la escasa preparación para los cargos que los candidatos ansían ocupar”, señala Ticona.

Las encuestas se han encargado de evidenciar el crecimiento de estos dos candidatos en el imaginario colectivo. Decenas de mítines electorales, conferencias, mesas de diálogo y presentaciones en radio y televisión han mostrado una masa popular cada vez más numerosa acompañando a estos candidatos.

A inicios de semana, Ipsos Perú informaba sobre el empate técnico entre Barnechea y Mendoza, por el tercer lugar, tras las figuras de Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuzcynski (PPK). Vox populi, otra encuestadora, emitió, a mitad de semana, un reporte en el que Barnechea empataba en segundo lugar con PPK. La mañana de este viernes, en cambio, Datum mostraba a una Mendoza en alza, a 5 puntos por encima de Barnechea, y en un empate técnico con Kuzcynski, en el segundo lugar.

De acuerdo a un simulacro de votación, si Mendoza o Barnechea llegaran a la segunda vuelta electoral, su firme rival sería Keiko Fujimori, quien los vencería, al menos, por unos 10 puntos porcentuales de diferencia.

Para la socióloga Paola Rimachi, esta es una circunstancia impredecible. “Estamos viendo que, en las últimas semanas, Mendoza ha crecido en los estratos más populares de Perú, así como en las zonas rurales, en el sur del país, la zona que en la elección pasada determinó la victoria de Humala, ella es la favorita, por encima de Fujimori, indicadores de que su popularidad podría sumarle puntos en esta última semana y dejarla como la opción para la segunda vuelta”. (I)

DATOS

Mañana se desarrollará el primer debate presidencial. Según los analistas, el encuentro marcará de forma definitiva las tendencias con las que los peruanos acudirán a las urnas.

“Pase lo que pase, Mendoza y Barnechea quedarán con un capital político importante, algo no programado por las fuerzas tradicionales en Perú, y de saber llevar
por buen camino ese capital, podrían mostrarse como las nuevas figuras de un ambiente que ya ha visto la fatiga de toda una generación de candidatos hundidos en las mentiras y la corrupción”, aseguró el analista Carlos Ticona.

Las elecciones presidenciales y legislativas de Perú serán el próximo domingo 10 de abril. La candidata Keiko Fujimori es la favorita, pero tendría que revalidar su victoria en una segunda vuelta.