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El gobernante bolivariano pide la intervención de la ONU

Venezuela cerrará las fronteras en Apure y Zulia

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos (der.), visita un refugio de colombianos deportados en Cúcuta. Foto: AFP
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos (der.), visita un refugio de colombianos deportados en Cúcuta. Foto: AFP
04 de septiembre de 2015 - 00:00

Agencia Prensa Latina y AVN

El presidente de la República, Nicolás Maduro, solicitó apoyo al secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-Moon, para detener el éxodo humanitario masivo de ciudadanos colombianos a Venezuela.

En tanto, las autoridades venezolanas evalúan ampliar el cierre de pasos fronterizos con Colombia en los estados Apure (suroeste) y Zulia (noroeste) para combatir el paramilitarismo y el contrabando en esas regiones, afirmó el presidente del Parlamento, Diosdado Cabello.

En la actualidad viven en Venezuela más de 5 millones 600 mil ciudadanos colombianos, quienes han sido incluidos en el sistema de protección social del Estado venezolano. Solo en los últimos 9 años, 800.000 ciudadanos del vecino país han emigrado a Venezuela y además diariamente pasan 150.000 colombianos a este país, en busca de mejores condiciones de vida.

En este contexto, en declaraciones a periodistas, al término de una extensa reunión que se efectuó en Beijing, China, el mandatario venezolano recalcó que el apoyo se solicitó en vista de que Venezuela es un país pequeño que requiere “ayuda y asesoría para parar el éxodo humanitario masivo de Colombia hacia Venezuela”.

Maduro explicó a Ban que en la zona limítrofe con Colombia, que abarca 2.219 kilómetros, “gobiernan los paramilitares, contrabandistas y narcotraficantes, porque ellos (el gobierno neogranadino) abandonaron la frontera. Del lado venezolano, territorio libre de producción de droga, pero se nos meten los paramilitares”.

El Jefe de Estado recordó que ese fenómeno migratorio se registra desde mediados del siglo pasado, lo que ha derivado en la proliferación en Venezuela de problemas como el paramilitarismo y el contrabando de extracción de alimentos, originados en Colombia.

Ante esta situación, el mandatario venezolano decretó el pasado 19 de agosto el estado de excepción constitucional en 10 municipios del estado Táchira (oeste), todos ubicados en la frontera con Colombia a fin de garantizar la paz y la tranquilidad en esa zona que comparten ambos países. La medida fue tomada para combatir el paramilitarismo y el contrabando de extracción.

Este miércoles, al encabezar una sesión extraordinaria de la comisión delegada de la Asamblea Nacional en Táchira (oriente), Diosdado Cabello, consideró importante tomar medidas para controlar la situación también en los estados de Apure (suroeste) y Zulia (noroeste).

En la reunión de los diputados, el Parlamento refrendó el decreto de estado de excepción implementado en 10 municipios de ese estado.

Cabello afirmó que debido a las medidas que ha tomado el Ejecutivo venezolano han disminuido las largas colas para cargar combustible en Venezuela, mientras que se han incrementado en Colombia. “Allá se abastecían de nosotros porque sus autoridades abandonaron todo el norte de Santander”, apuntó.

Una reunión fuera de la agenda

El secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, planteó ayer a los presidentes de Venezuela y Colombia reunirse para tratar el tema fronterizo entre ambas naciones.

Por su parte, Maduro enfatizó que su deseo es tener una reunión bilateral con su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, para abordar el tema fronterizo. Santos, en un discurso televisado, dijo que está dispuesto al encuentro con Maduro, pero con “algunas condiciones” de carácter humanitario.

Una de ellas es permitir un “corredor humanitario” para que más de 2.000 niños que se encuentran en el lado venezolano de la frontera “puedan asistir al colegio en Colombia”, pese al cierre de varios pasos limítrofes decretado por Caracas. Además, Santos pidió autorización a Maduro para que 15 camiones puedan ingresar desde la ciudad de Cúcuta y recuperar las pertenencias de los más de 1.300 colombianos que han sido deportados en el marco de esta crisis.

La última condición es que las autoridades venezolanas “cumplan con los protocolos mínimos y no maltraten a los colombianos que van a ser deportados de Venezuela”. Si esas “condiciones mínimas humanitarias se cumplen, yo me siento a arreglar este problema”, agregó Santos.

Anoche la Procuraduría de Colombia confirmó en un comunicado, que radicó ante la fiscal jefe de la Corte Penal Internacional, Fatou Bensouda, un informe denunciando “la perpetración de crímenes de lesa humanidad por parte del presidente venezolano Nicolás Maduro y agentes militares y civiles de su Gobierno en contra de nuestros compatriotas que se encuentran, o encontraban, asentados en su territorio nacional”. (I)

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