La activación de un artefacto explosivo tipo bomba molotov, en un polideportivo de la ciudad colombiana de Cúcuta, donde duermen 700 migrantes venezolanos, aumentó ayer la tensión en esta zona fronteriza.

La Policía informó que fueron capturados tres jóvenes residentes en el barrio Sevilla, donde se asientan los extranjeros, como presuntos responsables del ataque que no dejó víctimas mortales ni heridos.

Los ánimos en el barrio Sevilla están alterados por la llegada masiva de los venezolanos, que instalaron campamentos en el polideportivo de la zona al que, incluso, bautizaron ‘hotel Caracas’. Los residentes afirman que el lugar se convirtió en un foco de inseguridad, con graves problemas de salubridad. Por ello, el lunes realizaron una protesta, que incluyó el bloqueo de vías y terminó en serios disturbios.

El alcalde de Cúcuta, César Rojas, coordinará hoy las labores de desalojo del polideportivo para atender el descontento de la comunidad del barrio.

El operativo se iniciará a las 08:00, plazo dado a los migrantes para que abandonen de forma voluntaria el lugar. Ciudadanos del país bolivariano llegan a Colombia huyendo de la crisis económica que afecta su país como consecuencia del conflicto social, que entre abril y julio de 2017 dejó 125 muertes, durante las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro.

Un funcionario afirmó que se garantizará la integridad de los visitantes extranjeros, pero aquellos que no cuenten con los documentos en regla para permanecer en Colombia serán deportados. (I)