El expresidente de Colombia, Ernesto Samper, y un grupo plural de dirigentes políticos, sociales y empresariales del país lanzaron una iniciativa para rodear los acuerdos de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y garantizar su cumplimiento en momentos que son amenazados por sectores de la derecha.

En un acto que congregó el miércoles, en Bogotá, a más de 200 personas y al que asistieron los comandantes guerrilleros Pablo Catatumbo y Pastor Alape, el dirigente empresarial Gonzalo Restrepo, Samper indicó que ‘La iniciativa: unión por la paz’ busca construir un nuevo referente político “en el que quepamos todos”.

El único interés, explicó, es consolidar la paz y las nuevas mayorías sociales “por el bien del país”.

Ante ambientalistas, artistas, víctimas de la violencia del conflicto armado, líderes religiosos, legisladores y políticos de diversas corrientes progresistas, el expresidente colombiano y exsecretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) explicó que el propósito es conformar una plataforma por la paz en la que confluyan todas las organizaciones y personas que se identifican con la necesidad de reconciliar el país.

La base, señaló, son los acuerdos de paz firmados entre el Gobierno colombiano y las FARC en noviembre pasado para poner fin a un conflicto armado de 52 años y los cuales son sometidos a permanentes ataques por parte de sectores de derecha encabezados por el Centro Democrático, el partido del expresidente Álvaro Uribe.

En declaraciones a EL TELÉGRAFO, Samper dijo que además de enfrentar “a los enemigos conocidos y reconocidos” de los acuerdos de paz, quienes apoyan esos acuerdos y velan por su implementación, “debemos luchar contra una amenaza aún mayor: la indiferencia”.

El exmandatario considera que una buena parte de la sociedad colombiana expresó esa indiferencia en el plebiscito del pasado 2 de octubre para ratificar los primeros acuerdos de paz con las FARC, en el cual ganó el ‘No’ por un estrecho margen. Esto obligó, en medio del estupor nacional e internacional por ese resultado, a renegociar el pacto.

El nuevo acuerdo que se firmó en noviembre y que fue ratificado por el Congreso ese mismo mes se ha enfrentado también a la “indiferencia”, aseguró Samper.

“Es -dijo- como si la gente pensara que ya se firmó la paz y que todo quedó hecho, cuando la realidad es que falta mucho por hacer, empezando por la implementación de los acuerdos, y ahí es donde nosotros, las fuerzas políticas, sociales y ciudadanas que creemos en la paz, tenemos que actuar más activamente. Hacia eso apunta esta iniciativa”.

La paz, bajo fuego

Los acuerdos de paz con las FARC, que entraron en vigencia el pasado 1 de diciembre, han enfrentado una serie de dificultades logísticas y burocráticas que atrasaron el desplazamiento de las tropas de esa guerrilla a los 26 campamentos donde deberá cumplirse el desarme.

Aunque 7.000 guerrilleros ya están ubicados en esos sitios, la mayoría está a medio construir por las dificultades para llevar materiales a los remotos lugares donde se encuentran y por el burocratismo estatal en el suministro de recursos.

El tema es opacado por el escándalo de los millonarios sobornos de la constructora brasileña Odebrecht y por el debate político de frente a los comicios presidenciales de mayo de 2018.

Pero aun en medio de esos contratiempos, las FARC reiteraron su compromiso para cumplir el plazo fijado en los acuerdos para su desarme, que terminará en mayo próximo a más tardar.

Paralelamente, el derechista Centro Democrático amenazó con modificar los acuerdos de paz con las FARC en caso de ganar las elecciones presidenciales de 2018, lo cual es posible a juzgar por el grado de polarización política que se registra en Colombia y por el triunfo del ‘No’ a los acuerdos en el plebiscito de octubre pasado.

El expresidente Uribe expresó que ese partido, del cual es fundador y líder, “luchará para introducir los ajustes (acuerdos de paz) que taponen el camino castro-chavista”.

Según el exmandatario, el pacto con las FARC garantiza “la impunidad” de los jefes de la guerrilla y los “premia” posibilitándoles a participar en política, cuando el acuerdo, en realidad, garantiza verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición a las víctimas de esa organización insurgente.

La ministra colombiana del Trabajo, Clara López Obregón, quien participa en ‘La iniciativa: unión por la paz’, convocada por Samper, dijo a este diario que observa “con enorme preocupación” la acogida que tienen, en la mayoría de medios de comunicación, “los mensajes del engaño, de la mentira y de las falsas verdades” que lanzan los enemigos de la paz.

La excandidata presidencial del izquierdista Polo Democrático Alternativo (PDA) señaló que esos mensajes acaban “por hacer mucha mella” y que el propósito de la iniciativa será rodear los acuerdos con verdad, unidad y respeto a la diferencia.

“Hay en proceso una verdadera campaña en contra de la paz y en contra de la posibilidad de que las FARC ingresen a la política, como establecen los acuerdos. Se los quiere someter a un apartheid político y esto es lo que debemos impedir”, aseguró.

El comandante de las FARC, Pastor Alape, dijo que esa guerrilla cumplirá el cronograma de entrega de armas y que el próximo 1 de junio, ya desarmada, estará en condiciones de hacer política en el marco de la legalidad.

“Frente a las amenazas, está la esperanza, y por eso saludamos el lanzamiento de esta iniciativa que busca apoyar la paz”, señaló el jefe guerrillero.

En ‘La iniciativa: unión por la paz’ también participan el senador del PDA, Iván Cepeda; la congresista de Alianza Verde, Ángela Robledo; el director de la Fundación Paz y Reconciliación, León Valencia; el consultor político Ramón Jimeno; el exsecretario ejecutivo de la Cepal, José Antonio Ocampo; el cineasta Sergio Cabrera y el empresario Augusto López. (I)