El Vaticano dispuso realizar una auditoría en la diócesis argentina de Rosario por sospechas de presuntas irregularidades en el manejo económico y supuestos maltratos, informó hoy la prensa local.

La investigación fue encomendada a José María Arancibia, arzobispo emérito de Mendoza (Argentina), quien realizó dos visitas a Rosario (centro del país) en las últimas dos semanas por pedido de la Nunciatura apostólica en Buenos Aires.

"El arzobispo emérito de Mendoza vino a Rosario enviado por la Nunciatura después de que algunas personas enviaran por alguna razón una serie de quejas", confirmó el arzobispo de Rosario, José Luis Mollaghan, en declaraciones publicadas hoy por el diario La Nación.

Mollaghan aclaró que lo dispuesto por la Santa Sede no es una intervención a su diócesis, que preside desde 2005.

El arzobispo de Rosario dijo desconocer el contenido de las denuncias, que medios locales afirman que se relacionan con presuntas irregularidades en manejos de fondos y supuestos maltratos a sacerdotes y laicos.

"Ha habido casos difíciles este año con algunos sacerdotes. Hubo casos en los que incluso tuvimos que intervenir jurídicamente. Estas cosas causan revuelo", señaló Mollaghan.

El prelado se negó a ahondar en detalles sobre estos "casos difíciles" al alegar que son "cuestiones reservadas".

"Hay elementos que debe ver la Justicia y se deben terminar allí. A veces pasa que justamente estas tramitaciones no son del obispo, sino de quien las cometió. Esto significa un motivo de malestar del que es investigado y por los cambios que se han producido en algunas parroquias", dijo.

Al ser consultado sobre si estas denuncias estaban vinculadas con casos de abuso sexual, el arzobispo de Rosario solo dijo que "están relacionadas con varios temas que son muy delicados y que están en proceso de investigación".

Según La Nación, entre las irregularidades bajo la lupa del Vaticano está el caso de Osvaldo Buffarini, presbítero de Arroyo Seco (40 kilómetros de Rosario), quien manejaba allí una radio de la Iglesia y habría abandonado su labor llevándose una cuantiosa suma de dinero.

En sus visitas a Rosario, Arancibia se reunió con integrantes del consejo presbiteral y los encargados del seminario y visitó parroquias de la diócesis.

"Fue a conocer el seminario, se reunió con los supervisores y con algunos sacerdotes. Arancibia se fue de la ciudad ayer con absoluta normalidad y sin formular cuestionamientos", dijo Mollaghan en declaraciones publicadas hoy por el diario Rosario/12.

Fuentes eclesiásticas citadas por este periódico indicaron que las denuncias se centran "en el manejo de fondos y el trato con el personal que trabaja" con Mollaghan y que al enterarse de ellas "el papa Francisco no dudó en enviar a Arancibia para observar de cerca la historia".

El arzobispo de Rosario aseguró que las versiones sobre las supuestas irregularidades y los presuntos maltratos son "maliciosa" y "sin ningún tipo de asidero". EFE