El Vaticano explicó por qué el Papa no dejó besar su anillo
Alessandro Gisotti, director de la oficina de prensa del Vaticano, puso fin al misterio sobre el motivo por el que el papa Francisco retiraba su mano cuando saludaba a los fieles en el santuario de Loreto (Italia), cómo se observó en un vídeo que se convirtió en viral.
El portavoz vaticano relató que le comentó al Papa sobre la curiosidad que había suscitado este gesto. Dijo que el Pontífice le explicó que cuando hay un grupo de gente muy numeroso al que tiene que saludar en un mismo lugar prefiere por precaución que no besen el anillo papal para evitar la difusión de gérmenes.
Francisco subrayó que a él le gusta abrazar y ser abrazado por la gente, pero que también teme que se puedan enfermar, indicó Gisotti.
El portavoz vaticano hizo notar que en muchas ocasiones los fieles han besado el anillo del papa, como hizo el jueves la monja María Concetta Esu, de 85 años, misionera en África desde hace casi 60 años, cuando el papa la presentó a los fieles en la audiencia.
Al papa argentino en efecto le gusta el contacto directo con los fieles, aprieta cientos de manos cada semana, se deja abrazar, tomar selfies, acepta tomar mate y suele conversar con las personas.
Su reacción casi brusca ante el beso al anillo generó muchas interpretaciones ya que más tarde, en otra sala del santuario, el video muestra al papa mientras saluda a docenas de capuchinos y monjas, algunos le dan la mano, unos lo besan y otros besan su anillo pontificio.
El protocolo del papa Francisco suele pedir a los visitantes que eviten las genuflexiones, viejas formalidades que poco ama.
El anillo en cuestión no es el “anillo dorado de pescador” que los pontífices suelen llevar como símbolo del poder papal, sino el anillo que recibió durante su ordenación episcopal en 1992 en Buenos Aires, según explicó el diario católico La Croix. (I)