Decenas de desaparecidos tras naufragio en Italia
Varias personas murieron y decenas más resultaron heridas al encallar un crucero con 4.200 personas a bordo cerca de la isla italiana Giglio, en aguas de la región de Toscana, la noche del viernes, informaron diversos medios de prensa italiana en sus páginas digitales.
La nave estaba efectuando un crucero por el Mediterráneo, que salió de la ciudad costera italiana de Savona (norte) con escalas previstas en Civitavecchia (centro), Palermo (Sicilia), Cagliari (sur), Palma de Mallorca (España), Barcelona (España), Marsella (Francia) y regreso a Savona, según una nota de la compañía naviera.
A bordo viajaban alrededor de mil pasajeros de nacionalidad italiana, otros 500 alemanes y cerca de 160 franceses, además de unos mil miembros de la tripulación.
Dos horas después de salir de Civitavecchia (20.30 GMT), cuando el buque se encontraba en las cercanías de la isla de Giglio y la mayoría de los pasajeros cenaban, se fue la luz y se sintió un golpe y un gran estruendo, relataron después los náufragos a los medios italianos.
Aunque los pasajeros fueron advertidos por el capitán de que se trataba de un problema eléctrico, se percataron de que la nave se estaba inclinando y poco después fueron invitados a ponerse el chaleco salvavidas y a subir al puente y situarse ante las lanchas de emergencia.
"Estábamos en el caos absoluto, ninguno de la tripulación sabía decirnos qué hacer, la nave comenzó a inclinarse y todos fuimos lanzados unos sobre otros, cayendo e hiriéndonos", refiere una familia italiana que se hallaba a bordo del "Costa Concordia".
Cuando los allí reunidos se dieron cuenta de que no se trataba de un problema eléctrico y que estaba entrando agua en el buque, se vivieron escenas de pánico y empellones a la hora de embarcar en las lanchas salvavidas y en las patrulleras de los bomberos de Civitavecchia y de Livorno que han ido trasladando a los pasajeros a la isla de Giglio.
Otros viajeros denunciaron que las tareas de socorro fueron muy lentas, que antes de abandonar el barco pasó una hora y media y que algunos miembros de la tripulación les contaron que el capitán de la nave sabía de la gravedad de la situación "y no hizo lo que debía".
Yuri Selvaggi, su esposa y sus hijos -una familia de la localidad sureña italiana de Anagni- aseguró que en el barco dominaba el pánico y cuando fueron sacados en la barca salvavidas, ésta llegó incluso a chocar con la nave y por fortuna no volcó.
Una vez en la isla de Giglio, cuyo alcalde puso a disposición de los viajeros "todo lo que estuviera bajo techo", éstos fueron alojados en casas y centros deportivos. El párroco de Giglio abrió las puertas de la iglesia de San Lorenzo y Massimiliano, en ausencia de otros albergues disponibles.
Mujeres elegantemente vestidas con los zapatos de tacón en la mano, niños llorando y personas somnolientas tumbadas en el suelo fueron algunas de las escenas vividas en la parroquia.
El transbordo está casi completado, pero la isla de Giglio es demasiado pequeña para hospedar a 4.200 personas por lo que la región de Toscana a la que pertenece ha activado un plan de socorro para que los náufragos sean transportados al elegante puerto de Santo Stefano.
Por su parte, la compañía Costa Crociere propietaria del crucero Costa Concordia ha asegurado que todavía "no es posible definir la causa del problema ocurrido".
El barco presenta una inclinación de 80 grados y está embarrancado en un fondal de 30 metros de profundidad.
El Consulado Español en Roma tiene constancia de que al menos doce personas de nacionalidad española viajaban en la embarcación.