El líder del centroderechista partido Cambio Radical, Germán Vargas Lleras (foto), allanó el camino para postularse a la Presidencia de Colombia luego de que el Senado aceptó el martes su renuncia a la vicepresidencia de ese país por 76 votos a favor y cero en contra.

Con ese trámite, el político, conocido por sus reservas frente a los acuerdos de paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), queda habilitado para ser candidato presidencial de cara a los comicios de mayo de 2018.

La salida de Vargas Lleras del gobierno del presidente Juan Manuel Santos, con quien estableció una alianza política desde 2010, se produce en un momento en que su imagen va en picada debido al escándalo de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, que toca de manera directa al sector que él coordinaba: el de desarrollo de infraestructura.  

Aunque el político no ha sido mencionado de manera directa en esa trama de corrupción, obras que resultaron afectadas por el escándalo y la investigación judicial estaban bajo su mando pues Santos le encomendó la tarea de encargarse de la construcción de autopistas y viviendas de interés social, lo que en los meses anteriores le hizo ganar apoyo ciudadano.

En diciembre pasado, Vargas Lleras tenía una imagen favorable del 61%, según la encuesta Gallup. En febrero, sin embargo, su popularidad cayó 21 puntos hasta llegar al 40%. Y, además, su imagen negativa fue cuatro puntos más alta, de 44%.

En esto influyó la declaración de nulidad de la autopista Ruta del Sol II, un tramo de 528 kilómetros que uniría al centro del país con la costa Caribe y del proyecto de navegabilidad por el río Magdalena, ya que ambas fueron obtenidas por consorcios en los que Odebrecht participaba.

Otros episodios que mellaron la imagen de Vargas Lleras se registraron en diciembre y enero pasados.

El primero ocurrió cuando el vicepresidente, afamado por tener un temperamento irascible y explosivo, golpeó de un puñetazo en la cabeza a uno de sus guardaespaldas que cerró el paso a un simpatizante que se trataba de acercar a él. Y en enero, durante un acto de entrega de viviendas en Tibú, en el nororiental departamento de Norte de Santander, dijo que esas casas no eran para ‘los venecos’, un término despectivo para referirse a los venezolanos.

“Esto es para población desplazada, pero que viva en Tibú, (…) por nada del mundo esto es para los venecos”, dijo el vicepresidente, lo que provocó una reacción de protesta de políticos oficialistas de Venezuela y de la cancillería de ese país.

Cambio Radial, el partido de Vargas Lleras, es parte de la coalición política que respalda al presidente Santos pero cada vez tiene más fricciones con el resto de organizaciones que forman parte de esa alianza, como los partidos de la U y Liberal, que llevarán sus propios candidatos a la Presidencia. (I)