Uso excesivo de fuerza policial vuelve al centro de debate en EE.UU.
La muerte en Texas de un hispano inerme a manos de dos agentes renueva hoy el debate sobre el uso excesivo de la fuerza por la policía, la otra cara de la violencia armada en Estados Unidos.
El hecho -ocurrido el viernes último- ganó prominencia luego de que la estación televisiva local KSAT-12 publicara un video, grabado por un testigo desde su auto, en el que se aprecia a Gilbert Flores, de 41 años, con sus manos arriba en el momento de ser abatido a tiros por los policías.
El Buró Federal de Investigación (FBI) estudia el incidente a fin de determinar "si se produjo una violación de los derechos civiles como resultado de un uso excesivo o injustificado de la fuerza", indicó Michelle, portavoz de esa agencia.
La alguacil del condado de Bexar, Susan Pamerleau, explicó que Flores estaba fuera de su casa -en el norte de San Antonio- y armado con un cuchillo cuando llegaron los agentes Greg Vásquez y Robert Sánchez, quienes acudieron tras una denuncia sobre un altercado familiar.
En la casa, los policías encontraron a una mujer con un corte en la cabeza y a un bebé de 18 meses.
Según las autoridades, Vásquez y Sánchez -quienes están suspendidos temporalmente- intentaron controlar al sospechoso con una pistola eléctrica, pero este se resistió.
Desde hace más de un año, una larga cadena de sucesos similares terminaron con la muerte de ciudadanos afroamericanos desarmados -como el joven Michael Brown en Ferguson, Missouri, y Eric Garner en Nueva York- y suscitaron ardientes y repetidas protestas en decenas de ciudades del país.
Este miércoles, la policía realizó al menos un arresto en Baltimore, Maryland, donde un grupo de manifestantes se congregó con motivo de las audiencias previas al juicio contra los seis agentes responsables de la muerte -por lesiones graves durante su detención- del afroestadounidense Freddie Gray, de 25 años.
En abril, el hecho disparó encendidas manifestaciones protagonizadas por la comunidad afroamericana que derivaron en varias jornadas de violento enfrentamiento en las calles, así como incidentes de saqueo e incendios.
Ante la ira desatada en una urbe con 25 por ciento de pobreza y alto índice de desigualdad, las autoridades decretaron el estado de emergencia, la salida a las calles de la Guardia Nacional y el toque de queda.
El empleo desmedido de la fuerza policial constituye otra cara de la creciente violencia que afecta a una nación que la semana pasada volvió ser conmocionada por el asesinato en Virginia -a manos de un excompañero de labor- de una periodista y un camarógrafo mientras transmitían en directo.
La Casa Blanca se pronunció una vez más a favor de que el Congreso adopte iniciativas para un mayor control de las armas en la sociedad.
En un país donde la propiedad de armas es sentido común y está refrendada constitucionalmente, el debate se centra en al menos limitar su uso parte de personas con incapacidad o afectación mental. (I)