Más de 1.300 personas han sido evacuadas en el litoral argentino por la crecida de los ríos Paraná e Iguazú debido a las intensas lluvias caídas en esa zona fronteriza con Brasil, informó hoy la agencia oficial Télam.

Las provincias más afectadas son las de Misiones, Chaco, Corrientes y Entre Ríos, y se encuentra en situación de alerta la de Santa Fe.

Muchas familias decidieron abandonar de manera voluntaria sus casas para evitar riesgos, y las que todavía continúan allí están siendo asistidas por el dispositivo de emergencia en el que participan, además de los Gobiernos provinciales, varios ministerios nacionales y las autoridades de los municipios afectados.

A los que no quieren abandonar sus hogares se les provee de elementos de primera necesidad como mantas, alimentos, agua mineral y artículos para la higiene.

Chaco es provincia más dañada por la crecida del Paraná, la segunda cuenca fluvial más importante de Sudamérica después del Amazonas, que hoy registraba 6,40 metros de altura sobre el puerto de Barranqueras, a sólo diez centímetros del nivel de evacuación.

La autoridades estiman que el cauce de los ríos siga aumentando los próximos días, alcanzado los niveles de agua más importantes de los últimos 15 años.

Las Cataratas de Iguazú, en la provincia de Misiones, mantienen abiertos al público todos los circuitos excepto la zona de la Garganta del Diablo, pero se han suspendido los paseos náuticos.