Uniformados intentan entrar por la fuerza a Casa de Nariño
Decenas de uniformados en retiro de las Fuerzas Militares y de la Policía de Colombia intentaron ayer ingresar abruptamente en la sede de la Presidencia de la República en demanda de mejoras salariales e indemnizaciones, entre otras peticiones, pero fueron rechazados por la seguridad oficial.
Los manifestantes que desfilaron por varias calles y avenidas bogotanas, llegaron hasta la Casa de Nariño, en el centro de la ciudad, “con el ánimo de dialogar” con el presidente Juan Manuel Santos “para exponer las inquietudes y necesidades”, dijo a periodistas uno de los uniformados en retiro.
La seguridad presidencial cerró las puertas de la Casa de Nariño y tuvo que utilizar gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes. Cuando la situación fue controlada, algunos mandos de la seguridad de la sede presidencial mantuvieron un diálogo con líderes de los uniformados.
Los manifestantes reclamaban, entre otros, una nivelación salarial, indemnizaciones a heridos en combate y para las familias de los fallecidos. “Estamos reclamando nuestros derechos”, señalaron los militares y policías de distintos grados y en retiro.
La viceministra de Defensa, Diana Quintero, señaló también a periodistas que su despacho atiende las quejas y tratará de dar solución a las demandas de los antiguos uniformados.
El Ministerio de Defensa “está comprometido con el bienestar de nuestros hombres y mujeres, y prueba de ello es haber logrado que la prima de orden público que tienen los soldados se mantenga mientras estén recuperándose en los batallones de sanidad o en el Hospital Militar”, señaló Quintero.
Frente a las demandas por cuestiones salariales, la viceministra señaló que es deber y compromiso del Gobierno atender esta problemática y para ello se desarrolla un trabajo en conjunto entre los ministerios de Defensa, Hacienda y Justicia, con la recién creada Agencia de Defensa Jurídica de la Nación