Una vez que entre en vigencia la Cláusula Democrática de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), los países que integran el ente regional podrán establecer sanciones en contra de la nación donde se intente desestabilizar el régimen democráticamente constituido o se ejecute un golpe de Estado.

Este instrumento forma parte del Tratado Constitutivo de Unasur, el cual se consolidó el pasado 18 de febrero con el depósito del noveno instrumento por parte de Uruguay, con lo que viabilizará su vigencia internacional. Fue ratificado por Guyana, Perú, Chile, Argentina, Venezuela, Surinam, Ecuador y Bolivia. Faltan por hacerlo Brasil, Colombia y Paraguay.

El Tratado Constitutivo, que entrará en vigor 30 días después de la ratificación por parte de Uruguay, faculta a la Unasur solicitar el cierre de fronteras, la suspensión al derecho de participar en los distintos órganos, la limitación del comercio, etc. (ver infografía).

Ecuador, conforme lo establece el artículo 8 del protocolo, es el país depositario de este instrumento, por lo que la Cancillería deberá notificar a los Estados Partes su plena vigencia a nivel internacional.

El protocolo se aplicará en caso de ruptura del orden democrático en Venezuela o en cualquier país miembro. Según la Cancillería ecuatoriana, se trata de un instrumento preciso para impulsar el sostenimiento de las instituciones democráticas.

Dicho documento fue redactado y consensuado por los distintos países de la región tras los hechos del 30 de septiembre de 2010, cuando se pretendió concretar un golpe de Estado en Ecuador para derrocar al mandatario Rafael Correa.

El 1 de octubre de 2010, los mandatarios de los países miembros de la Unasur firmaron la Declaración de Buenos Aires, por medio de la cual condenaron el intento de golpe de Estado en Ecuador y el secuestro del presidente Correa. Se comprometieron a incluir dentro del marco jurídico de la Unasur el Protocolo Adicional al Tratado Constitutivo que establezca la Cláusula Democrática. El Protocolo Adicional fue suscrito el 26 de noviembre de 2010 en la ciudad de Georgetown (Guyana), por las jefas y jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros de la Unasur.

La idea del acuerdo fue evidenciar la necesidad de crear, en el marco de la Unasur, un instrumento que desaliente las amenazas a la democracia y a la desinstitucionalización en la región.

Es aplicable en casos de ruptura o amenaza de ruptura de la democracia en violación del orden constitucional o de cualquier situación que ponga en riesgo los valores y principios democráticos.

Actualmente, a propósito de los hechos registrados en Venezuela, el pasado 16 de febrero la Unasur manifestó su “enérgico” rechazo a los actos de violencia ocurridos.

Al expresar sus condolencias y solidaridad con los familiares de las víctimas, con el pueblo y el Gobierno venezolano, formularon un llamado a la paz y reafirmaron su compromiso con la preservación de la institucionalidad, los principios democráticos y el respeto a los derechos humanos como pilares del proceso de integración regional.

“No se pueden tolerar intentos antidemocráticos en Venezuela”
El ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño, durante la entrega del instrumento de ratificación del Protocolo Adicional al Tratado Constitutivo de Unasur, el martes pasado, destacó que la comunidad internacional debe respetar las instituciones democráticas y políticas que el pueblo venezolano ha elegido.

Indicó que es oportuna la entrega del documento por parte de Uruguay en momentos que algunos sectores de la oposición en Venezuela creen que el camino para disputar el poder político es el uso de la fuerza y la violencia.

“Qué equivocados están. Cuánto retraso histórico por parte de estos sectores que consideran que esa es la vía, pero no, el camino es la democracia, el ejercicio y la competencia electoral con propuestas, planteamientos, ofertas razonables, planes de gobierno y poner eso en consideración de la población para que ella decida quién es su gobernante, quiénes son las personas que deben desarrollar la actividad de Gobierno”, añadió.

Resaltó que los países de la Unasur ya cuentan con un instrumento claro y concreto, no declaratorio ni protocolario, sino muy preciso para motivar el sostenimiento de las instituciones democráticas y para desalentar a aquellos que quieren, a través de vías antidemocráticas y violentas, llegar al poder.

Explicó que el Protocolo sobre el Compromiso con la Democracia contiene medidas para exigir que no se consolide la ruptura del orden democrático y establecer sanciones que conduzcan a su restablecimiento. “Estamos hablando de cosas concretas, no de simples declaraciones o decir que esperamos que la paz se restablezca; no, estamos hablando de sanciones”, reiteró el canciller.