María Fernanda, oriunda de Aguascalientes-México, quedó atrapada en medio de una balacera en la comunidad Bajío de San José, Jalisco. Una bala impactó su espalda y cayó al suelo. Su novio, Eduardo, de 26 años, la trasladó al Hospital General de zona número 2. 

En ese espacio, los médicos trataron de ayudarla, pero pronto se conoció que sufrió una muerte cerebral. Su familia decidió proceder con la donación de órganos, como el hígado, riñones y córneas, con lo que se salvaron cinco vidas. Las personas estaba en lista de espera. 

Para despedir a la adolescente, la familia cubrió su cuerpo con su vestido de quince años de color rojo. Fue un homenaje a su acto altruista.  

El personal de la casa de salud -según AztecaTV- realizó una valla humana para despedirla en medio de aplausos y llanto. Ocurrió minutos antes de la extracción de los órganos.