Una madre abofetea en público a su hijo por participar en los disturbios de Baltimore
Un video de una mujer negra abofeteando a su hijo por participar en los violentos disturbios de Baltimore dio la vuelta al mundo e incluso el jefe de policía de la ciudad felicitó la maternal reacción.
El lunes, Toya Graham reconoció a su hijo de 16 años en medio de los manifestantes, aún a pesar de que iba vestido de negro y con el rostro cubierto por una capucha. Lo fue a buscar, lo agarró, le dio varias bofetadas y se lo llevó a casa sin contemplaciones, bajo el ojo de una cámara que registró el momento.
El joven dejó de parecer un chico duro y de inmediato se convirtió en un niño atemorizado por la regañina de su madre.
"Perdí la cabeza", explicó Toya Graham, madre soltera de seis niños, en una entrevista al canal CBS. "Estaba impactada, estaba en cólera porque uno no quiere ver a su niño cometer esta clase de cosas", abundó.
Más de 250 personas fueron arrestadas tras los disturbios, en los cuales 20 policías resultaron heridos. La violencia se desencadenó unas horas después de la inhumación de Freddie Gray, un negro de 25 años muerto en circunstancias confusas una semana después de ser arrestado por la policía.
Toya Graham dijo además que había querido proteger a su hijo: "Es mi único hijo varón y no quisiera que se convierta en otro Freddie Gray".
El vídeo en el que Graham castiga a su hijo se viralizó en las redes sociales y llamó la atención del jefe de la policía de Baltimore, Anthony Batts, quien saludó su gesto: "Me encantaría que haya más padres vigilando a sus hijos esta noche", dijo, según CBS.
Las autoridades impusieron un toque de queda nocturno entre las 22H00 y las 05H00 en Baltimore y las calles se mantuvieron en calma en la noche del martes.
Toya Graham aseguró que ella hace lo posible para que su hijo siga un buen camino, pero siendo madre soltera de seis reconoce las dificultades que afronta. "Uno puede repetirle incansablemente las cosas a sus hijos, pero al final son ellos los que toman sus decisiones. Como padres, uno sólo puede tratar de vigilarlos para que hagan lo que tienen que hacer", comentó.
El castigo de Graham pareció rendir frutos: su hijo no tenía miedo de enfrentarse a la policía, pero ante su madre parecía completamente sumiso. "¡Él sabía que se iba a meter en problemas! Me dijo que cuando me vio, inmediatamente quiso huir", contó la madre. (I)
