Entrevista
"Un triunfo de Macri es un golpe para los gobiernos populares"
Argentina atraviesa uno de los momentos más trascendentales de su vida política desde el regreso de la democracia en 1983. Por primera vez en la historia, se disputará un balotaje que definirá al próximo presidente de los argentinos y lo que se pone juego va más allá de saber quién será el que reemplace a la actual mandataria, Cristina Fernández de Kirchner.
Se decide el destino del país austral y su lugar en la región y en el mundo que lo seguirá colocando en sintonía con el proceso actual o lo hará cambiar categóricamente. Dos modelos de país están en pugna y esta elección marcará el camino definitivo que tomará a partir del 22 de noviembre.
Para tener una visión más clara sobre este escenario, conversamos con el economista argentino Alejandro Rofman, doctor en Ciencias Económicas por la Universidad Nacional de Córdoba en Argentina e investigador principal en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).
“Sea cual fuere el resultado de este domingo, la votación kirchnerista no bajará de 45% que es su caudal real y es el porcentaje de aceptación de Cristina Kirchner como presidenta”, sostiene el economista, quien hace un balance de lo que significó este largo proceso electoral y los resultados que ha obtenido el oficialismo después de un ciclo de 12 años.
A su vez considera que el escenario de frente al balotaje es “muy complejo” por el acotado margen que existe entre las dos fuerzas y no cree que se pueda hablar de un gran desgaste del kirchnerismo tras obtener casi el 40% de los votos en la elección del 25 de octubre. “El candidato del Frente para la Victoria (Scioli) dejó en claro que su propuesta está dirigida hacia los sectores populares y criticó duramente el planteo del derechista Macri”, observó Rofman.
¿Cómo observa el escenario político de cara al balotaje?
Muy complejo dado que las dos fuerzas que se enfrentan parecen tener caudales similares aunque por ahora con una leve ventaja del candidato de la derecha.
¿Qué posibles variables llevaron al resultado del 25 de octubre?
Frente a un espacio oficialista consolidado arriba del 35%, la oposición logró por primera vez luego de 2003 consolidar una fuerza política predominante, con 3 puntos porcentuales menos y surgió una tercera fuerza con electorado de solo el 20% pero que reunía al segmento de oficialistas disconformes con aspectos de la gestión de Cristina Kirchner. Se estima que unos 10 puntos de los 20 eran peronistas no conformes con la inflación y la inseguridad. Entonces optaron por un candidato intermedio, de centro. Eso le quitó al kirchnerismo la mayoría que venía disfrutando en torno al 45%-50%.
¿Encuentra alguna explicación lógica al apoyo de sectores populares recibido por la Alianza Cambiemos?
En la Alianza Cambiemos sin duda hay sectores populares pero minoritarios. Cambiemos reúne la tradicional franja de derecha del país con un tercio de los votantes en la primera vuelta. Veremos ahora qué pasa con la izquierda radical, la socialdemocracia y el peronismo disconforme. Ellos deciden la votación del 22.
¿Un posible triunfo de Macri representaría un retroceso para la región?
Sin duda. Un tremendo golpe para los gobiernos populares de la región. Es una derecha recalcitrante, despegada de todo espíritu solidario y amiga de EE.UU. y de la oposición venezolana.
¿Este avance conservador en las elecciones que forzaron el balotaje puso al descubierto el desgaste del kirchnerismo tras 12 años de gobierno?
No creo que se pueda hablar de gran desgaste con casi el 40% de los votos. Hubo una fuga de votos que ya expliqué (8 o 10 puntos) que son los que separan la votación propia histórica del kirchnerismo y lo que se obtuvo el 25 de octubre. Sea cual fuere el resultado de este domingo, la votación kirchnerista no va a bajar del 45% que es su caudal real y es el porcentaje de aceptación de Cristina Kirchner como presidenta.
Con lo sucedido en la elección del 25 de octubre ¿Estamos frente a la aparición de una nueva derecha con alcance regional?
La nueva derecha o la vieja remozada ya está. Está muy presente en Venezuela y Brasil. Pero está agazapada en Uruguay (aceptación de Tabaré Vázquez es de 39%). Ecuador, y sobre todo Bolivia, no parece peligrar. Chile es crítico. La aceptación de Michelle Bachelet anda por el 20%.
¿Cómo afectaría al Mercorsur y a las relaciones con los gobiernos progresistas del continente un país manejado por Macri?
Es una incógnita, pero lo seguro es que será para peor.
Después de haberse cumplido 10 años del “No” al ALCA en Mar del Plata, ¿cómo analiza la cuestión del Acuerdo Transpacífico firmado hace un mes? ¿Representa un peligro aún mayor que aquel tratado de libre comercio?
No sé si peor, pero sin duda no es mejor porque instala algunos principios del ALCA en América del Sur con Colombia, Perú y Chile acompañando.
¿Qué opinión le merece el debate entre los dos candidatos el último fin de semana?
Creo que falló el método del debate. Ningún candidato tuvo al menos 10 minutos para dar una descripción global y completa de sus principios. Hubo muchos temas sin tocar porque los minutos para hablar eran reducidos. Pese a ello el candidato del Frente para la Victoria (Scioli) dejó en claro que su propuesta está dirigida hacia los sectores populares y criticó duramente el planteo del derechista Macri. (I)